(...) Entiendo que la inanidad, la ausencia de criterio de Rodríguez Zapatero, ese mejunje que cuenta con unas gotas de largocaballerismo, con un aroma de adolescencia diferida en el tiempo, con una predisposición a la retórica más vacua, irrite. La cuestión es: ¿Es eso socialdemocracia? Yo respondería que no. Ni como praxis -léanse las lúcidas, y un punto desesperadas, acotaciones de Jordi Bernal en el mentado Factual-, ni como teoría.Probablemente no sería posible la confusión si en España se supiese en qué consiste la socialdemocracia. Y si, por lo demás, la socialdemocracia no estuviese en ruinas en todas partes. Que esa es otra.
Parece que no soy el único que lee a ciertos personajes, aunque con Factual me resisto por los eurillos que cuesta. Me conformo con un vistazo a lo que se deja ver. Pero esto viene a que Ángel Duarte en su blog creo que hace un diagnóstico con el que estoy de acuerdo. Es lo que pasa en pocas y suficientes palabras: