Tony Wendice (Ray Milland) planea matar a su esposa Margot (Grace Kelly) para heredar su fortuna y pagar sus deudas. Para consumar el asesinato, Wendice contacta a un viejo conocido llamado Swan (Anthony Dawson), a quien hace objeto de chantaje. Una vez que este acepta matar a Margot, se pondrá en marcha un plan que a todas luces parece ser el crimen perfecto.
Tras filmar “I Confess” (1953), Hitchcock comenzó a buscar una obra teatral que le resultara lo suficientemente interesante como para adaptarla. Fue así como dio con el melodrama de Frederick Knott “Dial M For Murder”, el cual había sido estrenado en Nueva York en 1952. Cuando los estudios comenzaron a negociar los derechos cinematográficos para Hitchcock se enteraron que Alexander Korda, fundador de la London Film Productions, los había comprado por unas modestas mil libras. A Korda le hizo mucha gracia la noticia de que la Warner y Hitchcock estaban interesados en los derechos ya que nunca pudo atraer al director a sus estudios. Finalmente Korda obtendría la no despreciable suma de 30.000 libras por los tan ansiados derechos. Una vez que Hitchcock tenía la historia en su poder, el mismo Frederick Knott se encargaría de escribir el guión. En cuanto a la constitución del elenco, para el papel del inspector a cargo de la investigación el director contrataría a John Williams, quien había trabajado anteriormente con él en “The Paradine Case” (1957), y al que además había visto en la versión teatral de la obra. Ray Milland aceptaría interpretar al encantador villano, mientras que el papel de la protagonista recaería en Grace Kelly, marcando la primera colaboración entre la actriz y el director.
“Dial M For Murder” tiene la particularidad de ser la primera y única película que Hitchcock filmó en tres dimensiones. Las películas en tres dimensiones nacieron a principios de los cincuenta como una suerte de respuesta al pánico generado en la industria cinematográfica por la invasión de la televisión en los hogares norteamericanos. Este proceso no le interesó en lo más mínimo a Hitchcock, ya que lo consideraba esencialmente anticinematográfico y atentaba contra su deseo de recordarle a la audiencia que era un mero testigo de las historias que se proyectaban en la pantalla grande. Lamentablemente para el director, la cabeza del estudio, Jack Warner, le obligó a filmar la cinta en tres dimensiones, hecho que le traería más de un dolor de cabeza. Aunque sólo se utilizó un decorado para la filmación, tuvieron que realizarse un gran cantidad de meticulosos ensayos debido a las dificultades que suponía el proceso de trucaje. Según Grace Kelly: “Hitchcock se sentía terriblemente molesto y frustrado por tener que rodar la película en 3-D”. La cámara que se utilizó era del tamaño de una habitación, lo que dificultó los habituales emplazamientos de la cámara tan propios del cine del director.
El escenario donde se desarrolla la historia es el departamento londinense de la pareja conformada por Tony y Margot Wendice. Tony es un ex–tenista que ahora se ve forzado a subsistir de un trabajo bastante alejado de su deporte. Por otro lado, Margot es una mujer que posee una considerable fortuna, la cual ha perdido el interés en su marido y ahora se encuentra involucrada en una relación amorosa con Mark Halliday (Robert Cummings), un escritor de historias policiales. A sabiendas de esta relación y cansado de no tener el suficiente dinero para cubrir sus costosos gustos, Tony pone en marcha un ingenioso plan para asesinar a su esposa. Dicho plan involucra chantajear a un viejo conocido llamado Swan, quien aparentemente ha estado involucrado en algunas estafas y en un asesinato. Durante la primera mitad de la cinta, Hitchcock nos presenta a los personajes y sus motivaciones, al mismo tiempo que el personaje de Milland expone con lujo de detalles su brillante y macabro plan. Si bien durante este tramo no existe demasiado suspenso, el director intriga al espectador planteando un par de interrogantes; ¿Podrá Tony llevar a cabo su plan? y ¿Existe realmente el crimen perfecto?
La fotografía de Robert Burks es uno de los puntos altos de la cinta, pese a las dificultades que significó trabajar con la cámara que permitía filmar en 3-D, al igual que la estupenda banda sonora compuesta por Dimitri Tiomkin, la cual es responsable de construir una atmósfera inquietante en ocasiones y melodramática en otras. “Dial M For Murder” al igual que “Rope” (1948), transcurre casi en su totalidad al interior del departamento de los Wendice, lo que demuestra lo buen director que era Hitchcock. Pese a que la historia se desarrolla en un espacio confinado el director logra imprimirle suspenso e interesar al espectador mediante una serie de diálogos que, o explican con lujo de detalles el plan de Tony, o intentan exponer la verdad de lo ocurrido la noche del crimen. Además la cinta presenta un par de giros de tuerca bastante interesantes que logran mantener la tensión durante el último tramo del relato. Pese a ser considerada como una obra menor dentro de la filmografía de Hitchcock, “Dial M For Murder” es una entretenida cinta de suspenso donde el director aprovecha al máximo sus “limitaciones” (como por ejemplo su marcada teatralidad) para dar vida a un relato capaz de captar la atención del espectador. En 1998, el director Andrew Davis filmaría un remake titulado “A Perfect Murder”, protagonizado por Michael Douglas y Gwyneth Paltrow, el cual si bien no logra igualar al film original, si se presenta como una correcta cinta de suspenso.
por Fantomas.