Diálogo con la izquierda abertzale

Publicado el 15 septiembre 2010 por Javiermadrazo

Puede que me equivoque, y sí es así no tendré ningún reparo en reconocerlo, pero no se por qué razón siempre he sospechado que hay operaciones policiales que esconden una intencionalidad política manifiesta, que se evidencia en la elección del momento y en su impacto mediático.  Desconozco los hechos y las pruebas que vinculan con ETA a las personas detenidas ayer en relación con la estructura EKIN, pero, en cambio, si tengo la convicción de que quienes ha ordenado esta actuación de la Guardia Civil, una semana después del anuncio de tregua, lo han hecho movidos por intereses que van más allá de la desarticulación del supuesto entramado civil de ETA.

Es obvio que las personas detenidas en esta intervención estaban localizadas meses atrás y sus pasos y movimientos eran conocidos por las Fuerzas de Seguridad del Estado.  ¿Por qué entonces todo este despliegue justo ahora y no antes o después? La izquierda abertzale entiende que responde a un intento claro de “sabotear” el nuevo tiempo político abierto tras la tregua de ETA; sin embargo, también hay voces que consideran que el Gobierno Zapatero ”retira” de la circulación al sector más duro del movimiento independentista para favorecer la estrategia de quienes apuestan por los cauces políticos y democráticos.  No quiero especular, ni inclinarme por unas tesis u otras; al fin y al cabo,  nunca hay una única verdad.   

De todos modos, sí diré que la paz exige asumir riesgos y que la vía policial no sólo es necesaria, sino que es obligada ante la comisión de un delito, pero no puede excluir nunca el compromiso con el diálogo democrático como camino hacia la paz.  Es razonable que el  Estado quiera demostrar firmeza frente a ETA y es lógico, igualmente, que las Fuerzas de Seguridad intervengan cuando haya indicios fundados de un acto delictivo; sin embargo, no es suficiente. Un Gobierno fuerte no debe tener  miedo a explorar otras opciones, necesarias e imprescindibles, que permitan canalizar un proceso de paz, máxime en un contexto de cese de la violencia, que no podemos dejar pasar. Habilitar una comunicación tab fluida como discreta con la izquierda abertzale puede ser un primer paso.