Diálogos en la Estación Intermodal Atemporal. Diálogo Nº 11

Por Daniel Paniagua Díez

Diálogo Nº 11

La luz verde, la luz solar; poquísimas personas de este mundo saben que nuestro sol es verde; la luz que emite en el espectro visible es de ese color y temperatura: verde. ¡No es amarilla! Las plantas lo saben; son nuestros ojos de agua los que evitan que veamos todo verde; rechaza justo ese tipo de radiación y la radiación solar es para nosotros transparente.

(También ocurre en la 4ªD, la 5ª, la 6ª, bla, bla, bla. Lo que nuestros científicos llaman energía oscura es de un transparente y límpido que tira para atrás)

Blanco nuclear es como vemos al sol, nuestra estrella, si miramos directamente. La gente que fallece, o tiene un intervalo de ese tipo, dicen ir hacia esa luz. No es el sol, almitas, es la “luz”, la energía que envuelve todo el universo.

Todo el universo está bañado por esa luz blanco nuclear, pero en nuestros sueños solemos verla como oscuridad o una vaga claridad. Así podemos comprobar si estamos más apegados a esta materialidad, la del planeta balneario, o menos. Cuanto menos apegos... ¡mayor luminosidad! Es así de simple, corazones.

Seguimos a oscuras, bueno, ahora iluminados con diodos led, currando en la E.I.A. ¡Mas chicas que vienen de despedida de soltera! Esto es un sin vivir...; incluso los de las contratas de la limpieza están por meterse a... toreros.

La gente viene de todas partes, en especial chicas, para sumergirse en nuestra espectacular 3D, ¡esto es jauja! Hay cocodrilos en el río Nilo y caimanes... por todas partes. (No me llames reptiliano si no me has visto aún el... eso)

Bajan, se dan el pego por aquí; si son de poderío se dan lustre y fama saliendo en las revistas con los Reales, los Gotha, y tal, y tal, y tal. Esquían en Suiza y se bañan en las calas mediterráneas, disfrutan a tope de las bellezas de nuestro mundo balneario y después... ¡se van!

Los curritos, oscuritos, de este mundo somos los que no lo terminamos de visualizar. Mira que trabajamos como negros, como chinos, como... ¡y no salimos de la esclavitud! ¿Por qué sucede tal cosa? Los trabajadores sindicados de la E.I.A., ya no estamos para mayores esfuerzos. Trabajamos duro por el dinero y el dinero se lo llevan siempre los mismos: los que tienen banco propio, ¡a su nombre!

Pues ocurre que cada año hay más gente que no se quiere sindicar. Globitos y peditos, transportistas esclavizados, otra cosa no serán. Defiendo su derecho a equivocarse y buscarse la vida; aquí todos empezamos igual y yo me he dado muchos trompazos con la bici yendo a currar, o volviendo.

O cambiáis el cuento actual o bien os tiraréis mil años mas esclavizados, mis oscurillos hermanos.

¡ES BROMA!

No os dejaremos ese cargo antes de marcharnos los currantes actuales en el sector sindical. Esto va a pegar unos cambios impresionantes; pero tenéis que daros cuenta, nadie puede darse cuenta por otro. Si no distinguís a los visitantes de los naturales del planeta es... como no distinguir a los parroquianos de tu barrio de los turistas que llegan de... ¿los países nórdicos?

¿No os dais cuenta? ¿De veras?

¡Pues ale!, a tomar la bici y dar pedales para llevarles la comida a donde os llamen. Sindicaros, mongolos. ¿A qué estáis esperando?

Que se hagan la comida ellos mismos, haciendo una hoguera en el suelo de la cocina y tragándose el humo; así es como lo hacen en sus mundos de procedencia.

¿Y tú estás dando pedales como un loco para llevarles... comida basura?


Daniel Paniagua Díez