Diálogos en la Estación Intermodal Atemporal. Diálogo Nº 13

Por Daniel Paniagua Díez

Diálogos en la Estación Intermodal Atemporal


Diálogo Nº 13

Recientemente hemos tenido visitas importantes a las cuales no he podido prestar la debida atención; estaba con mis compañeros tratando de encarrilar un asunto, de los gordos. Visitas llegadas de estrellas y planetas cercanos por las vías Quinta y Sexta; encantadoras eso sí.

Hay quejas, muchas quejas sobre nuestro comportamiento en esta crisis mundial. Las de quinta mas bien dirigidas a nuestros gobernantes (acordamos rápido que son unos completos inútiles, y lo dejamos en eso para no cargar las tintas) Observan que tan solo unas pocas personas se mueven con alguna soltura por la vía 4 y casi ninguna por las demás, me refiero a los naturales de este mundo (Otra discusión: ¿hasta qué o a partir de punto los llamados Homo Sapiens Sapiens somos naturales de este planeta?)

Se fueron a discutir con los jefazos, cosas de negocios por supuesto, pues no están nada contentas con los beneficios que últimamente están obteniendo. Lo importante es que la gente persista en el engaño y les produzca lucro incesante. Que tengamos cuidado con el consumo de pescado y marisco pues mares y océanos están muy contaminados; y como yo soy más de pescado que de carne les quedé muy agradecido.

Por la Sexta vienen en otro plan, más como peregrinos del Camino de Santiago que están de paso y no se quieren dejar engañar por estas apariencias. También surge con ellas la discusión (muy peregrina) sobre la evolución del ser humano en este mundo; mas que una raza parecemos una mezcolanza de gentes de lo más variopinto.

De ahí que estas visitantes prefieran charlar y compartir más con unas étnias que con otras. Lo del mestizaje no les termina de convencer; persiste mucho racismo por todas partes además, y sería un método muy lento de llegar a ser una raza consolidada. Me dicen, me comentan, que los dirigentes no han parado ni tienen voluntad de dejar de traer más y más miserables de toda la galaxia a buscar aquí cobijo.

Les doy la razón, casi siempre la tienen, pues por poner un ejemplo al día de los corrientes se conocen 65 tipos diferentes de sangre humana, producto de intervenciones en milenios anteriores. ¿Cómo unificar tal cosa?

Los dirigentes actuales han tirado por el camino fácil, creen que es más corto y efectivo, de utilizar la tecnología y la manipulación síquica. Ya han logrado que millones de personas, en todo el mundo, estén como velas apagadas que transitan penosas por las vías inferiores. Es muy triste, sí, y ensucian mucho.

Me cuentan estas chicas que provenimos de razas de conquistadores (se lo dicen a un español) y que nuestro afán, nada oculto, es conquistar este sistema solar (se lo dicen a un escritor de ciencia ficción)

Así que se muestran preocupadas por nuestros avances. Que somos muy peligrosos.

¿Qué avances? ¿Multimillonarios saliendo a darse una vuelta por la estratosfera? ¿robotitos haciendo fotos en Marte? Mi madre con la escoba en las manos sí que tenía peligro.

También hemos tenido visita de gentes que no necesitan utilizar vía alguna; descienden a este muladar de mundo así, sin más, desde sus luminosos hogares. Que seguimos con los cultos antiguos, me pican y repican: los sacrificios, degollando corderos, sacando imágenes de La Santa en andas y en ese plan. Así vamos mal, muy mal; sobre todo con este follón que tenemos montado.

¿Qué quieren que les diga?

Estamos de tregua olímpica, ¡y que dure!

Quienes no respetan las treguas se exponen a castigos extremos, esto es una Ley Universal.

Seguimos caninos y los países vendidos al mejor postor, con sus gentes atrapadas sin salida.


Daniel Paniagua Díez