Llegamos al primer intento de salir de la fórmula de la saga, incluyendo el primer cambio de actor para el protagonista. Teniendo en cuenta que el pobre George Lazenby solo hizo esta entrega y enseguida se volvió al rollo de siempre, está muy claro que el cambio de aires no tuvo mucho éxito.Pero ya no estamos en 1969, hemos visto a muchos otros actores como 007, por lo que no hay reparo en ver a otro que no sea Connery, y nuestras exigencias con el cine han cambiado. Así que, hoy en día, ¿qué tal está la película? ¡De puta madre! No es nada extraordinario, pero sí, me ha gustado. Bastante. Más que las comentadas hasta ahora. Resulta curioso que mis favoritas de la saga sean las que menos parecen una película de Bond, la verdad...
Ojo, no es que esta se salte por completo las señas de identidad de la franquicia, es solo que la atención parece puesto en otros detalles. Vemos situaciones ingeniosas, pero no rompedoras. La trama tiene algún segmento original, pero tampoco es que se aleje de lo que se podría esperar en esta saga. Y aunque la dirección es sin duda más dinámica y moderna y el guion esté escrito con mucha más naturalidad, como si se liberase de ciertas reglas en la construcción y el tono de las escenas que hasta ahora parecían situar a esta cintas en un universo propio ajeno al mundo real, no puedo decir que esta entrega suponga un salto técnico o artístico. Vamos, que no es necesariamente mejor como entretenimiento ni una peli de 007 tan diferente.
Entonces, ¿qué es lo que hace que me haya gustado más? Bueno. Lo resumiré: Bond está esperando a que una máquina abra una caja fuerte. Es algo importante. Pero tarda un ratito. Se aburre. Se pone a ojear el Playboy. ESO ES. Estamos viendo, por primera vez en la historia, a James Bond siendo... un tío corriente. Oh, sigue siendo Bond, por eso va a la revista guarra y no al periódico. Pero es un Bond real, humano. Y diréis, "Indy, ¿tanto rollo para decirnos eso?", pues sí, porque quería dejar claro que son detalles como estos los que marcan la diferencia, ya que no será en esta cinta donde se le humanice de forma más profunda y concienzuda desde la misma concepción del film. No, se le humaniza porque no queda otra. Porque no está Connery. Con él, Bond era siempre el puto amo que lo hace todo bien y siempre tiene todo bajo control. Sí, le hemos visto relajado en plan "masaje con final feliz" o en plan "hm sí, dejaré que estas japonesitas sumisas en bikini me den un baño, no es denigrante en ningún sentido, ¿VERDAD?", pero no como esto. No era posible. La imagen asociada a Connery lo impedía. Pero con Lazenby, lo imposible es que sea el puto amo definitivo. No le pega. Le pega ser más desenfadado, inocentón, cometer errores, y sobretodo, ser vulnerable. Quizá demasiado, lo admito, pero Lazenby crea con éxito un nuevo Bond. Uno que más que carismático es mono, simpático y que se comporta más como una persona normal. ¿A la gente en su momento no le convenció? Bueno, lo puedo entender, pero merecía otra oportunidad para ir desarrollando su potencial. Fue una peli adelantada a su tiempo. Pero hoy en día está muy bien considerada. Porque este tipo de héroe es más divertido, lo cual conlleva que se le coja más cariño, por lo que si le pasa algo malo se sufre más, y eso desemboca en que cuando triunfa, uno lo disfruta a tope, que es lo importante en este tipo de pelis. Hay un segmento que lo refleja a la perfección: Tenemos a Bond en la guarida de Blofeld (se rebootea a este villano, con buenos resultados, casi por completo sin explicaciones, lo cual genera serios errores de continuidad con respecto a las anteriores pelis, pero qué importa), haciéndose pasar por otro, la clase de hombre que se tropieza, tiene miedo a las alturas, lleva gafas de empollón... Y eso es divertido. Porque es James Bond. Y James Bond, fingiendo ser ese tío, se ve rodeado por un montón de jovencitas guapas y atolondradas que no han visto a un hombre en bastante tiempo. Y mira tú, la situación no está hecha para que Bond despliegue sus encantos COMO SIEMPRE y se acabe tirando a la mitad de las presentes, COMO SIEMPRE. No, lo que uno piensa en este rato es que pobre Bond, más vale que resista la tentación, que sino se jode la farsa. Es una situación divertida y cruel, y me estoy compadeciendo de él. CONECTO con él. Por supuesto, acaba acostándose con un par de ellas, y le pillan, lo que sumado a otro error que cometió al hacerse pasar por el tío en cuestión hace que se revele su identidad y... bueno, que la ha cagado. Ahora llega el momento de triunfo, y como hemos visto, las piezas están bien asentadas. Escapar le cuesta. Como debe ser. Pero cuando finalmente uno de los secuaces le dice al malo "¡el inglés ha escapado!" y empieza a sonar el TEMAZO propio de la peli (inspiración evidente para una pista de 'Los Increíbles', por cierto...), pues oye, queda un momento cojonudo.
Ha quedado claro todo este asunto de la humanización, ¿no? Pues hablemos ya de otra cosa. Como de la chica, que también tiene lo suyo. Tracy es un personaje, no una comparsa ni un premio. Es carismática, inteligente, tiene su trasfondo, y su historia con Bond es bonita, sincera y está mucho más trabajada que de costumbre. Joder, si hasta ELLA le salva la vida A ÉL una vez James escapa de la situación apuntada anteriormente. Es mi momento favorito, por cierto. Él está hecho polvo y acorralado, y de pronto ella aparece ante sus ojos como un ángel de la guarda después de haber estado separados gran parte del film. Es una escenita sencilla y preciosa que me hizo darme cuenta de que estaba disfrutando con los personajes. Que me importaban ellos y su relación.
Tracy es, por tanto, la primera compañera de aventuras con todas las de la ley. En el clímax, ella solita se carga a un secuaz del malo y todo. ¿QUÉ ES ESTO? Pues una película que salvo por la estética y el acabado de las escenas de pelea (se intentan cosas más espectaculares, pero queda regular), podría pasar por un producto muy posterior. Es más, los guiños a las anteriores entregas, ya desde los créditos, que muestran a personajes pasados, parecen querernos decir que todo eso quedó atrás y que esto es un reinicio moderno. Lo cual choca porque solo hace dos años de la anterior entrega.
El caso es que me hubiese gustado que siguiesen por este camino, sobretodo teniendo en cuenta ese trágico final que abre la puerta a un futuro interesantísimo para el héroe. ¿Con Lazenby a bordo? Bueno, quizás alguien igual de humano pero más carismático hubiese sido lo ideal, pero creo que merecía hacer al menos una más.
Pero no, la gente quería a Connery haciendo lo de siempre. Eso tuvieron. Próximamente os cuento qué tal.