Diario de a borde: Noche sin dormir

Por Cartas A 1985 @AntonCruces

Estimado Capitán:

Esta noche la hembra terráquea y yo no hemos pegado ojo. Ha sido la peor noche desde el advenimiento de los lechones. Le voy a ser sincero. Había escuchado leyendas sobre eternas noches sin dormir, pero hasta este momento no nos había ocurrido nada parecido.

Verá uno de ellos, Antón Jr. está acatarrado, dos velas acuosas bajan por su nariz, perfilan sus labios y desembocan en su barbilla. Sus ojos están acuosos y un poco rojos. Parece que acaba de llegar a casa de un after. Y está muy incómodo y cuando los bebés están incómodos lloran a mandíbula batiente.

Y así estuvimos toda la noche. Aquí le pasó el resumen de actividad que me pidió.

00:00 No logran dormirse. Tomás está a punto, pero Antón no para.

01:00 Tomás se queda dormido. Antón sigue llorando, a veces se tranquiliza, pero es solo un espejismo como cuando crees que te mira la camarera guapa, pero en realidad no. Te haces ilusiones vanas.

02:00 Antón Jr. por fin se duerme.

02:03 Tres estornudos rompen la noche. Antón se vuelve a despertar.

02:10 La hembra terráquea y yo juramos en arameo. Hine mah tov umah na’im.

02:15 Le damos la Apiretal. Como buen paciente la escupe. Sigue llorando.

03:00 Los lloros no paran. La conversación que tenemos mi mujer y yo es todo lo contrario a la siguiente.

—Uy que a gustito se está así.

—Sí, que noche más genial. Además ardo en deseos de ir a trabajar. ¡Aún quedan cuatro horas!

—Qué guapa estás amor.

—Pues anda que tú, jamás había conocido a nadie tan atractivo y fértil.

—Vuelve a llorar el niño, ya me ocupo yo.

03:20 Antón se relaja. Lo metemos en la cuna. Paz.

03:45 Ella consigue dormir. Yo me desvelo.

03:50 Antón arranca de nuevo con su lloro. Camarón es un flojo a su lado. Su madre se despierta. Impotente y de nuevo muy atractiva. Lo traigo de nuevo a la habitación por voluntad propia.

03:56 Se despierta Tomás.

04:00 Les preparamos un biberón. Es el denominado biberón “A ver si así…”

04:06 Tomás está feliz. Me mira fijamente. Es James Dean con chupete. Su madre y yo notamos que se ha despertado hablando en otro idioma. No es el idioma natural de un bebé español. Es como si fuera una mezcla entre un japonés y R2D2. Nos damos cuenta que toda resistencia es inútil y nos unimos a la fiesta.

05:30 La cosa sigue igual. El japonés no para y Antonciño parece Massiel de resaca. Esto es una pesadilla. Se nos cierran los ojos y estamos algo irascibles.

—Guapa

—Guapo tú. Camelador.

06:00 Por fin se duermen. Y nosotros también.

Puede que haga gracia, pero no es divertido. Es agotador. Aún así al verlo llorando, tan rojo, débil e indefenso, pensé en una cosa que siempre me decía mi madre cuando estaba enfermo: “Si pudiera me cambiaba por ti”. Yo pensaba Capitán que estaba loca. Pero no. Pues eso es justo lo que pensaba yo ayer. Y eso que solo es un catarro. Hay un hacedor de canciones en este planeta llamado David Summers que no podía haberlo descrito mejor en su canción “Multiplicados por nueve”. Dice así…

Yo te pido si es que existes,
Que me duelan sus dolores,
Multiplicados por nueve.

Yo te pido si es que puedes,
Que me quebren sus fracturas,
Y que me suba su fiebre.

Que me de sus malestares,
Su escayola, su jaqueca,
El dolor de sus muñecas,
Casi blancas, casi solas,
Su adicción a la tristeza,
Que me duele mas que nada,
Yo te pido por la almohada,
Donde apoya su cabeza.

Que el mar, entierre su miedo en mí,
Que no llore mas, que no tenga que sufrir.
Que la soledad, no me deje a mi dormir,
Y que el dolor de sus latidos, se mezcle con el mío.

Yo te pido si es que puedes,
Que me duelan sus dolores.
Multiplicados por nueve.

Pues eso Capitán. Que me duela todo a mí.

Buenas noches. (No es un decir. Es un deseo).