Diario de a bordo: Mi primer día del padre

Por Cartas A 1985 @AntonCruces

Estimado Capitán:

Hoy es mi primer día del padre y la verdad es que está siendo una experiencia muy reconfortante. En realidad es un día del padre oficioso y es que los lechones no pueden felicitarme de verdad. Su aparato fonador no está en su punto. Aún así resulta que su mamá les ha convencido para hacerme unos regalos sin igual que me han hecho sentir el mejor padre del mundo…al igual que todos los varones con hijos de Facebook, Instagram y Twitter. Wannabes. Esto Capitán está plagado de padres más o menos que claman ser el mejor padre del mundo cuando yo creo sin atisbo de duda que el mejor padre del mundo soy yo. Si no… ¿Por qué la taza? Y no me venga con que a lo mejor hay más tazas iguales en La Tierra, ese argumento no es válido. Además también tengo una camiseta y una placa en la pared que certifica que mi familia piensa que soy el mejor padre del mundo.

Que no digo yo que no exista algún otro padre que se defienda… pero si no tiene una taza es como si no existiera. Es como Michael Knight está ahí haciendo el bien, pero en realidad es un hombre que no existe.

Así que hoy fiesta para celebrar el Día del Padre.

No me digáis que no somos como los Cosby, pero en machupichus.

Total…que como padre maduro y equilibrado esperaba con ansia mis primeros regalos de pater familias mientras me acordaba de todos los padres que han influido en mi vida: mi padre, Darth Vader, Jor-El, el padre de Los problemas crecen…todos grandes hombres que han marcado mi vida. Me ha caído un álbum de fotos que es un resumen de los cinco primeros meses de vida de los lechones que me ha llenado de orgullo y satisfacción. Un pequeño libro que resume cinco meses de felicidad bajo el título: “El mejor papá del mundo” con la palabra “mundo” muy apretujada ya que mamá osa no calibra bien el tema del espacio y los márgenes. Seguro que os acordáis cuando de pequeños estrenábamos libreta nueva y la cagábamos en la primera hoja. Pues eso le pasó a mamá osa ayer. Pero no me importa…”Ser el mejor padre del mnd” está muy bien.

También me ha caído un pack de desayuno que es una cosa que está de moda al parecer. Es como un cubo metálico muy chulo lleno de cosas de desayuno que es la comida más importante del día según la moda de los últimos años. Así que como me hacía ilusión recibir los regalos ayer por la noche y mamá osa accedió, pues ahí estaba yo…desayunando a las once y media de la noche solo por estrenar las cosas. Si cuando te regalan un jersey te lo pruebas pues con esto es igual.

Y por fin el regalo más útil de todos. Al menos para mí.

Un padre no está completo sin este regalo. Es una bendición que me pillo totalmente por sorpresa.Como supongo que en los ochenta mis regalos también pillaban por sorpresa a mi padre. Viajemos en el tiempo.

19 de marzo de 1979

—Toma papá…

—¿Qué es esto? A ver, a ver…¡Oh! Es un…un…¿Qué es Antón?

—Es un pisapapeles papá.

—A mí me parece una puta piedra pintada chaval.

—Sí. De negro.

—¿Y estos puntos de colorines?

—No sé papi, los hicimos todos en cadena. Como los chinos del futuro.

—Me encanta hijo.

—Gracias papá.

—Pisaré todos mis papeles con ella. Nunca había tenido un pisapapeles como este.

—En realidad es una piedra papá.

—Ya lo sé hijo, pero es la piedra más bonita del mundo.

—Pues no has visto muchas piedras.

—¿De qué vas de listillo? Castigado. Y no rechistes que te lanzó la piedra extraterrestre esta.

19 de marzo de 1980

—Toma papá…

—¿Qué es esto? A ver, a ver…¡Oh! Es un…un…¿Qué es Antón?

—Es un lapicero.

—A mí me parece una lata pintada

—Sí. De rojo. Y este año pone Papá.

—Se ven las letras de Fanta por debajo.

—Es que no quedaban ya de Coca-Cola…soy un fracasado.

—No digas eso hijo. O sea..lo eres, pero no lo verbalices para que no te cree un trauma.

—¿Te gusta?

—Me encanta el lapicero hijo. Y estas letras de PaPá así con las dos pes mayúsculas están  muy logradas carió. Enhorabuena.

—Me llevó una semana.

—No te hagas carpintero hijo. No tienes madera.

—¿?

—Era un chiste hombre. Venga.

—Te quiero papá.

—Y yo a ti hijo. Estás castigado.

—Pero…¿Por qué?

—No sé algo harás ya verás.

19 de marzo de 1982

—Toma papá…

—¿Qué es esto? A ver, a ver…¡Oh! Es un…un…¿Qué es Antón?

—Es un cenicero de barro.

—Parece un tordo.

—No sé que es un tordo, pero es un cenicero. Un cenicero de barro.

—¿Te acuerdas de lo que te dije hace dos años? Aquello de que no te hicieses carpintero.

—Sí, papi.

—Pues incluye escultor en la lista.

—Pero… ¿te gusta?

—Me encanta. Lo que pasa es que no fumo.

—Pues empieza a fumar papi que eso no le puede hacer mal a nadie.

—Está bien…fumaré si tu empiezas a fumar conmigo.

—¡Te quiero papá!

—¡Te quiero hijo!

Puede que no fuese exactamente así, pero los regalos eran esos seguro. Lo dicho Capitán  si tiene usted hijos disfrútelos y si no a encargarlos que nunca es tarde.

Saludos desde La Tierra.

Ha sido el mejor Día del Padre de la historia…