Estimado Capitán:
Prosigo mi misión en la Tierra y le mando mi informe semanal con importantes novedades. Hoy, dos días después de que los lechones hayan cumplido cuatro meses de edad (si es que a cuatro meses se le puede llamar “edad”) mamá osa, también conocida como Ovugirl, ha tenido que incorporarse al trabajo. Se le ha terminado lo que en este planeta se conoce como Permiso de Maternidad.
Le explico, pero vayamos por partes que la cosa tiene enjundia. De la misma manera que James Bond, 007 ostenta una licencia para matar (porque es británico que si llega a ser norteamericano en cualquier Mercadona le despachan una pistola) una mujer tiene un permiso de maternidad. No, no es que haya que pedirle permiso al jefe para ser madre, pero casi. Ese “permiso” para criar a un hijo dura cuatro meses que es el tiempo que tarda una pareja con mellizos en ver “El Padrino”.
Cuatro meses. Y usted Capitán, que seguro no está muy al corriente de la biología humana, podría pensar que quizás la raza humana se desarrolle deprisa, pero nada más lejos de la realidad. Con cuatro meses un humano normal come, duerme, apenas aguanta la cabeza, prosigue con sus defecaciones multicolor, llora, ríe un poco y emite sonidos guturales. Y ya. Cuatro meses es un periodo de tiempo muy corto para un “permiso” de maternidad. La cuestión es que después la gente se queja de que nacen pocos críos. ¿Y quién los cría? Hay otros países más civilizados en los que este tipo de permisos es de dos años. Eso ya me parece más normal, al fin y al cabo estamos hablando del legado más importante que tenemos. Pero aquí, los terráqueos españoles que mandan eso ni se lo plantean. ¿Dos años para educar a un niño? A trabajar vagos”.
Cuatro meses es como si paga por ir al cine y la película dura 6 minutos. Se le queda a uno cara de tonto.
De todas formas, y para ser justos, hay que decir que a veces “Los Iluminati” que mandan sí que aciertan. Pongamos un ejemplo: mientras que por tener un bebé el permiso de maternidad es de 4 meses (insisto en que mi abuelo se echaba eructos más largos) si hay un parto múltiple, como en nuestro caso, te dan… ¡Dos semanas más por bebé!
Así sí, hombre. Así, sí.
Para tener los dos años de permiso como en Finlandia deberíamos haber tenido unos 42 hijos. Con esa cantidad de prole me podría independizar, formar mi propio país, Spermland, y poner la reglas que me salgan de los huevos. Nunca mejor dicho.
Los padres también tenemos permiso de paternidad, pero nos la dan en un todo a cien. Te lo dan para que no te quejes mucho, al fin y al cabo para lo que has hecho…Y después hablan de Igualdad y no sé que rollos que ya se me escapan. Me dieron tres semanas y como tuve dos hijos por ley me correspondieron otros tres días.
Por machote.
No sé si le queda claro como funciona la cosa por aquí Capitán.
Así que Mamá Osa, Ovugirl, se ha ido esta mañana al trabajo un poco triste y preocupada. Triste por lo que significa para una mama osa separarse de sus cachorros y preocupada por una pregunta que rondaba su mente.
¿Estará Papá Oso (o sea yo) preparado para semejante responsabilidad?
Una pregunta estúpida a todas luces ya que en estos cuatro meses he demostrado en incontables ocasiones que no. No estoy preparado. Pero me lo he tomado como una mañana “solo chicos” y la verdad es que quitando el pequeño incendio de la cocina y la inundación del baño todo ha salido a pedir de boca. Lo hemos pasado pipa. Aquí el informe audiovisual de la jornada.
Saludos Capitán.