¿Buscas una ruta cultural por Estambul que combine historia, arquitectura y rincones con alma? En este post te llevo conmigo por una jornada intensa y fascinante que atraviesa el corazón de la ciudad: desde las mezquitas más elegantes del casco antiguo hasta el barrio de Gálata, con sus calles empedradas, iglesias escondidas y cafés con historia.
Si estás preparando tu viaje y te preguntas qué ver en Estambul durante un día, este itinerario te ofrece una mirada personal, detallada y muy visual. ¡Prepárate para descubrir azulejos de Iznik, escaleras art nouveau, vistas al Cuerno de Oro y hasta el hotel donde Agatha Christie escribió su novela más famosa!
Tras desayunar, cogimos el tranvía y volvimos a la zona donde habíamos estado la noche anterior. Al bajar del tranvía empezamos a buscar nuestra primera localización, ya que su acceso no era evidente a primera vista.
En medio del barrio comercial, muy cerca del bazar de las especias, se encuentra la Mezquita Rüstem Pasha. Aunque discreta en tamaño, esta joya otomana de 1560, diseñada por Mimar Sinan por orden de Rüstem Pasha, cuñado y gran visir del sultán Solimán. Si quieres ver arquitectura y azulejería otomana, este es tu lugar.
El interior de la mezquita de Rüstem Pasha es uno de los más sorprendentes que verás en Estambul
A continuación fuimos a visitar la Tumba de la Valide Sultán Turhan Hatice. La tumba es del siglo XVII, fue restaurada hace 10 años, en la que destacan los preciosos azulejos de Iznik y la carpintería con incrustaciones de nácar. Fue un encargo de la madre del sultán Mehmed IV y, aún está fuera del recinto, forma parte del complejo de la Mezquita Nueva.
Interior de la Tumba de la Valide Sultán Turhan Hatice
Frente a la tumba de la Valide Sultán Turhan Hatice se encuentra la Mezquita Nueva. La mezquita fue construida entre 1597-1665 y su diseño se inspira en la Mezquita Azul y la Mezquita de Solimán. Cuenta con un gran patio delantero y el cuerpo del edificio tiene forma cuadrangular. Su interior se encuentra muy bien decorada con pan de oro, azulejos de Iznik, mármol tallado y detalles pintados.
Para mí, es la mezquita más bonita de Estambul. Su exterior no tiene nada que ver con su interior, cuando entras te encuentras una explosión delicada de color y armonía. Todos esos motivos tan delicados, pintados a mano, hicieron que me enamorara por completo de ella, ya que me pareció de lo más elegante.
Vista del exterior de la mezquita desde el patio
Detalle del interior con la pintura mural en las paredes y cúpulas y los azulejos de Iznik
Al finalizar la visita a la mezquita, cruzamos andando el Puente de Gálata y subimos a la Istiklal Caddesi en funicular. La línea del Túnel de Estambul, inaugurada en 1875, conecta Karaköy con Beyoğlu y es uno de los primeros túneles subterráneos del mundo. Una experiencia breve, pero curiosa, que no queríamos perdernos.
La Istiklal Caddesi, calle de la independencia, antiguamente era conocida como Grand Rue Pera. Es una larga calle peatonal repleta de edificios del siglo XIX y es el corazón de la ciudad moderna de Estambul.
Istiklal Caddesi
Fuimos al principio de la calle para empezar el recorrido que habíamos pensado llevar a cabo por la parte Europea. La primera parada fue el Galatasaray Lycée, una prestigiosa escuela pública fundada en 1868 por el sultán Abdul Aziz. Era el lugar donde estudiaban los hijos de la élite de Estambul.
Entrada al Galatasaray Lycée
Siguiendo la calle visitamos la Basílica de San Antonio de Padua, una iglesia católica, construida entre 1906 y 1911, que en origen servía a la comunidad italiana de Estambul, que eran unos 40.000 habitantes.
Basílica de San Antonio de Padua
Nos dirigimos a la calle paralela de Istiklal para pasar por delante del Museo Pera. El principal aliciente es que tiene una muy buena exposición de cuadros turcos de temática oriental provenientes de la distinguida colección privada de Suna e Inan Kiraç’s (del siglo XVII al XX)
Exterior del Museo Pera
Al final de la calle se encuentra el mítico Pera Palace Hotel, uno de los más emblemáticos de Estambul. Me hacía cierta ilusión verlo y, como hicimos, entrar a tomar un café. Este fue construido a instancias del empresario belga George Nagekmackers el cual conectó París - Constantinopla por el mítico ferrocarril Orient Express. Data de 1892 y después de diferentes renovaciones lo denotas como el hotel más elegante de Estambul.
Como dato curioso, y principal motivo para visitarlo, en este hotel Agatha Christie escribió una de sus novelas más célebres, Asesinato en el Orient Express (1934), ambientada en el mítico tren que conectaba París con Estambul.
Pera Palace Hotel
Volvimos a la Istiklal Caddesi, donde nos encontramos los míticos tranvías rojos que circulan por ella, para cruzarla y explorar la otra área que queda en la parte este de la arteria principal.Tranvías por la Istiklal Caddesi
Por ello nuestra primera parada fue la Iglesia de Cristo, Memorial de Crimea. Es una iglesia anglicana gótica consagrada en 1868 en memoria de los caídos durante la Guerra de Crimea. Tuvimos que conformarnos en verla por fuera, ya que se encontraba totalmente cerrada.
Iglesia de Cristo, Memorial de Crimea
Dejamos la iglesia atrás y enfilamos la Serdar-I Ekrem Caddesi para encontrarnos en el número 31, los Apartamentos Dogan. Es el edificio residencial más codiciado de la ciudad por su arquitectura modernista y su ubicación privilegiada. Fue construido en 1895 y el complejo cuenta con jardín central y una elegante entrada con paneles de vitral.
Al final de esta calle nos encontramos con el emblema del barrio y, en cierto modo, la ciudad: la Torre de Gálata. Es la estructura más alta de la ciudad y funcionaba como una torre de vigía, de cuerpo cilíndrico, que daba acceso a la “nueva” Estambul. Fue construida en 1348 y desde su cúspide tienes unas vistas 360º de la ciudad.
Decidimos no subir: el precio rondaba los 20 € y, además, estaba en obras.
Torre de Gálata
A continuación decidimos hacer un descanso para ir a comer. Nos decantamos por un restaurante en la calle Büyük Hendek llamado Payidar Galata. Comimos muy bien, además muy tranquilos porque estábamos solos. Me encantaría poder compartir contigo lo que nos constó, pero no lo recuerdo… eso sí, no fue para nada caro.
Terminamos de comer y continuamos con el recorrido. Para ir descendiendo de la parte alta del barrio lo hicimos bajando las Escaleras Camondo. Son unas escaleras esculturales, que unen las calles Voyvoda Caddesi y Banker Skagi, que fueron encargadas por la familia de banqueros Camondo. Son de estilo art nouveau y se terminaron de construir en la década de 1850.
Escaleras Camondo
Justo enfrente de las escaleras se encuentra el SALT Galata, la antigua sede del Banco Imperial Otomano (1829) y que actualmente alberga un centro cultural desde 2009. Nosotros entramos para dar una vuelta e ir al baño y nos comentaron, tan solo entrar, que no se pueden hacer fotos con cámara fotográfica, pero sí con teléfono móvil… no sé, no lo terminamos de entender muy bien…
El último punto de nuestro recorrido fue la Mezquita Arap. Esta fue construida por genoveses en 1337. Tiene aspecto de fortaleza y era la mayor de las iglesias católicas de Estambul, pero, tras la conquista, fue convertida en mezquita y fue entregada a la comunidad de hispano-musulmanes recién llegados tras su expulsión de España a finales del siglo XV.
Interior Mezquita Arap
Al terminar la visita de la mezquita nos sentamos en unos bancos de la entrada y pensamos que podríamos hacer, ya que eran sobre las 16 h. Decidimos que podríamos hacer un crucero por el Cuerno de Oro. En lugar de coger un crucero de estos turísticos, miramos qué ferris hacían la ruta completa para subirnos en uno de ellos y hacer el recorrido, ya que nos salía muchísimo más económico.
Es muy recomendable hacerlo, ya que tienes vistas de las mezquitas imperiales sobre las colinas del casco antiguo, se pueden ver trocitos de la muralla histórica y vistas a los suburbios de la ciudad.
¡Atención! Si decidís hacer como nosotros y coger un ferry público cuando lleguéis al final os harán bajar de la embarcación y tendréis que esperar al siguiente, y volver a pagar, para volver. Nosotros nos hicimos un poco los locos como que no entendíamos lo que nos decía el señor y al final hizo la vista gorda y nos dejó seguir el camino de vuelta.
Puesta de sol desde el Cuerno de Oro
Cuando volvimos a tierra firme fuimos a buscar el tranvía para volver al hotel. Por el camino pasamos por un supermercado a comprar algo para cenar en el hotel, porque estábamos tan cansados que no teníamos mucha fuerza para encontrar algún lugar para cenar.
Llegados a este momento pusimos punto y final a nuestra jornada. A continuación te dejo el mapa de la ruta realizada durante este día para que te sirva de inspiración a la hora de preparar tu viaje
Después de recorrer mezquitas imperiales, callejear por Istiklal Caddesi, tomar café en un hotel de novela y navegar por el Cuerno de Oro, cerramos esta jornada con el cuerpo cansado, pero el alma llena. Estambul nos regaló contrastes, belleza y muchas historias que contar. Si estás organizando tu viaje, guarda este mapa y este post: te será útil para diseñar tu propia ruta por Estambul, con paradas culturales, curiosidades y rincones que no aparecen en todas las guías. Y si ya has estado… ¿A qué te han entrado ganas de volver?