La Web del Senado, con un coste de medio millón de euros para el sufrido bolsillo del ciudadano se olvidó de cerrar las puertas y los piratas atacaron a los bucaneros, el problema es que el botín no sirvió ni para tomar una botella de ron en la taberna del puerto. A la vista y sin catalejo se observa marejada en torno a esta nave, construida sin mas inversión de lo que cuesta un barquito de papel pero ya experta en ataques de todo tipo. Y como los piratas no andan lejos e incluso es posible que distintas bandas acaben unidas, hay que tener precaución con los de la pata coja y ojo malvado. Los piratas modernos son peligrosos y además perdieron el encanto de los clásicos, estos nunca van de cara aunque cara no les falta y si te ven cambian de acera para intentar apuñalarte por la espalda a la vuelta de la esquina. Algunos incluso van por el mundo disfrazados de buena gente, y la buena gente les alaba por que no conocen su historia ya que sus hechos nunca son perpetrados a la luz del día ni en la taberna del puerto, piratas abstemios en algún caso puntual, piratas de tierra adentro y de mar abierto solo en vacaciones. Estos piratas cojos, sin parche en el ojo y a veces sin cara de malos no admiten la literatura, hoy no se podría escribir "La Isla del Tesoro" por que Robert L. Stevenson sería un periodista local o un tertuliano nocturno, en cualquiera de los casos al servicio del que paga la nómina.
AVISO A NAVEGANTES:
Los piratas de hoy en día obligan a construir una embarcación nueva y mas que se harían si fuesen necesarias, Estos bucaneros de poca monta consiguieron que una gran parte del pueblo tenga parches en los dos ojos, ya que algunos necesitan unas migajas de sus tesoros para poder subsistir. Pero a estos, ya sean de tierra, mar o tengan muchos aires, me permito aconsejarles que apunten hacia otro lado, en este barco hay mujeres y especialmente niños, muchos niños y en caso de naufragio el primero en ahogarse no será el capitán precisamente.