Título: Diario de Gordon
Autor: Marcos Chicot
Editorial: Amazon
Género: novela, humor
Páginas: 165
Publicación: 23/10/2013
ISBN: 9788483655542
El desenfrenado ingenio de Gordon, así como su arrollador afán justiciero, convierten su día a día en un continuo disparate que supera todos los límites cuando decide irse de vacaciones.Creo que ya he dicho en más de una ocasión que no suelo leer libros de humor porque me parece un género muy complicado. No sé, creo que el humor es algo muy personal y que es difícil despertarlo en todo el mundo. De hecho, no me suelen hacer gracia las cosas de las que la gente se ríe, en general (chistes, humoristas...) pero cuando me tocan la fibra, me río como nadie. Por eso, leer libros de humor me parece una apuesta arriesgada, porque corro el peligro de salir trasquilada y, al contrario de lo que se pretende, aburrirme con chistes a los que no les pillo la gracia.
Lo que puede suceder cuando Gordon está cerca es imprevisible, tanto en el trabajo como en un aeropuerto, en la playa y, por supuesto, en una discoteca.
Diario de Gordon produce una mezcla de asombro y diversión que mantendrá en vilo a todo lector que se aventure en esta comedia trepidante.
Hace unos meses, vi que Diario de Gordon estaba de oferta en Amazon y lo compré. Me gustó muchísimo El asesinato de Pitágoras, tenía pendiente La hermandad... y aunque el género era muy diferente, a estas alturas de nuestra vida en común (como escritor y lectora) puedo decir que me fio de Marcos Chicot, que es uno de esos escritores que sé que me van a gustar.
He aprovechado el Mes del Humor de Libros que hay que leer para conocer a Gordon y he de decir que he encontrado más de lo que esperaba. Había leído algunas críticas en Amazon que decían que Gordon es Torrente y sí, es verdad que hay un punto de conexión entre ambos pero creo que hay un elemento en la novela de Chicot que le da mucha calidad y que me parece muy trabajado (bromas y gracietas al margen): su narrador.
El título hace pensar que se trata de Gordon pero el prólogo y el uso de la tercera persona omnisciente (en vez de la primera, que sería lo más lógico en un diario) me hicieron dudar. La duda se resuelve al final, pero eso no le quita valor al desarrollo de un narrador infidente que miente constantemente al lector (y al final es cuando se sabe por qué). El autor juega con esa mentira y con la ironía para provocar buena parte de la carga de humor del libro, más allá, como digo, de las peripecias de Gordon y de las escenas humorísticas que las desarrollan.
Para mí, el valor de esta novela está en la construcción de ese narrador, porque no me parece nada fácil. Miente a lector pero este comprende muy pronto que lo hace. ¿Cómo se logra desenmascarar al narrador que, por definición, es el que cuenta la historia, el que la filtra, el que ofrece el punto de vista al lector, a través del que recibe todo lo que ocurre? Chicot lo consigue a través de la ironía y, sobre todo, de los diálogos y la interacción de Gordon con el resto de los personajes. Es como si la propia realidad negase al narrador. Y de ahí, también surge el humor.
Gordon tiene un concepto de sí mismo y de lo que le rodea muy alejado de lo que ocurre en realidad y ese matiz es perfectamente captado por el narrador y trabajado por el autor para que el lector se dé cuenta de lo que ocurre. Creo que Chicot ha hecho un gran trabajo moldeando no solo al personaje de Gordon (que, ya digo, puede tener antecedentes más o menos claros y dar lugar a un tipo de humor, en muchos casos, escatológico y siempre siempre absurdo y disparatado) sino también a la voz a la través de la que recibimos las "aventuras" del protagonista.
Yo, que peco de reflexionar sobre todo lo que está en los libros, sean del género que sean, no he podido evitar pensar, más allá (ya digo) de lo absurdo e histriónico de muchas situaciones y de si es verosímil o no (el propio autor explica en una nota al final de la obra que nos sorprendería ver lo que él ha visto en aeropuertos y hoteles), en esas personas que no se ven tal cual son, ya sea por un narcisismo que les hace creerse superiores a lo que son o por, en el lado contrario, una baja autoestima que les impide ver lo maravillosos que son.
He reflexionado, pues, gracias a esta novela de humor, sobre cuestiones tan serias como la imagen que transmitimos a los demás, la imagen que creemos que los demás tienen de nosotros, la diferencia entre lo que somos y lo que los demás ven de nosotros, sobre el egoísmo, la soledad, las personas que se quedan ancladas a un tiempo y no son capaces de adaptarse a los cambios de todo tipo que se van produciendo (laborales, económicos, incorporación de la mujer al entorno de trabajo o algo tan prosaico como la vestimenta, por poner algunas ejemplos) y hasta en lo que las costumbres alimentarias de cada uno dicen de nosotros.
En definitiva, una obra fácil de leer, con pasajes francamente divertidos (sobre todo una vez que entras en la cabeza de Gordon), que utiliza el absurdo, la ironía, lo histriónico y la diferencia entre imagen y realidad para generar un humor que a veces abusa de lo escatológico pero que también es capaz de hacer pensar.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto En Digital: 10/12