Al encontrar nuestro asiento, los amigos granadinos nos comentan que en la zona del Bilbao Basket reparten camisetas negras. Como estamos tan cerquita nos acercamos y una chica simpática nos entrega dos de la talla XL. Hay que crear ambiente. En unos minutos, Caja Laboral-Bilbao Basket.
Primer partido
Los aficionados del Baskonia pueblan una gran parte del graderío, y aportan sus cánticos acompañados de una charanga que ofrece un plus al partido. Los bilbaínos, menor en número, suman entusiasmo y buen humor.
Ivanovic plantea el encuentro sin modificar su tradicional esquema. Los jugadores van entrando y saliendo en función de la intensidad que se requiere y de las faltas. Este capítulo es un lastre para Oleson, que apenas puede disfrutar de tiempo en cancha. Se desespera en el banquillo. Batista, San Emeterio y Huertas son los artífices del despegue del Caja Laboral. El Bilbao mantiene sus opciones en la lejanía gracias a los puntos de los ex madridistas Mumbrú y Hervelle.
Dusko se muestra tranquilo dentro de su hiperactividad y Katsikaris en cuclillas intenta ver qué falla en su equipo, que se desangra por momentos con un boquete en la pintura que es aprovechado una y otra vez por los de Vitoria. Si antes el uruguayo Batista ve el hueco, ahora es el gigantón Barac, que más allá de ciertos problemas de coordinación en su juego de pies, es letal.
El partido se escapa y Marcelinho le sigue ganando a su par, un Aaron Jackson muy por debajo de su estadística.
Y a todo esto despierta Teletovic, que estaba pasando completamente desapercibido y con un 0 en su casilla de anotación. Tres triples y asunto arreglado. Parece muy complicada la remontada y en la grada ya se huele a derrota del Bilbao Basket.
El final del tercer cuarto termina con un triple desde su casa en el último segundo del griego Vasileadis, que ruge marcando territorio. Los árbitros analizan la secuencia en vídeo. Triple legal.Kostas hace suyo el ataque bilbaíno y asombra a cualquier espectador con una verdadera lección de tiro. Hace posible el milagro. BBasket se pone por delante.
Caja Laboral supera el desconcierto generado por el buen hacer del griego y se centra en lograr una victoria trabajada. Los de Katsikaris se van de la Copa con la cabeza muy alta tras poner contra las cuerdas a uno de los favoritos. Vasileadis de momento es el jugador más valioso con 31 puntos.
50 minutos y ya calientan Regal Barcelona y DKV Joventut. Navarro saluda y Ricky se hace fotos en el túnel de vestuarios.
Segundo partido
Ahora mismo pocos equipos pueden toser al Barça. En una competición como la Copa todo es posible, aunque no fue el día del Joventut. Desde que el árbitro Redondo echó el balón al aire la superioridad de los chicos de Xavi Pascual se hizo evidente. La zurda de Ingles dinamita la zona prevista por Pepu, que ve impotente cómo se escapa su rival. El ex del Granada es un anotador lustroso con riesgo de caer en el personalismo. En el Barça sólo se admite en ocasiones puntuales. La profundidad del banco azulgrana acaba poco a poco con las aspiraciones de la Penya. Trías le pone ganas ante su antiguo equipo, pero quizá la excesiva dependencia de McDonald hace imposible una decente selección de tiros. Todos los balones pasan por el pívot, que carece de recursos para igualar las prestaciones de un acertadísimo Ndong. El bueno de Will se juega más balones de los que merece. Se echa en falta otro tipo de jugada más elaborada. Pepu, tienes que pensar.
Descanso en el medio tiempo y exhibición de los jugadores del Fundosa. El baloncesto en silla de ruedas también es un espectáculo. Ovación merecida.
Pascual rota constantemente el equipo y la frescura, claridad de ideas y ausencia de egoísmos cimentan el triunfo. Sólo una serie consecutiva de canastas del talentoso Franch recupera el ímpetu verdinegro, que acerca distancias y se coloca a 5 puntos. En ese momento si no es Ingles es Lakovic el que impide más proximidad en el marcador. La "Bomba" ni aparece. No es necesario.
El problema para el Joventut es la cantidad de jugadores que el Barça puede poner en pista sin despeinarse. Las faltas dificultaron el concurso de Ricky Rubio, que apenas asomó el pie por detrás de la puerta.
Finalmente 86-66, una diferencia menos ajustada de lo que realmente se vio en el partido. El Barça y el Caja Laboral jugarán una vibrante semifinal.