Diario de la Copa del Rey (III)

Publicado el 13 febrero 2011 por Sierracharly @sierraCharly

Tercera jornada de baloncesto de alta tensión que ya se nota en los aledaños del Palacio de los Deportes, en la llamada Zona Lúdica, y en los ojerosos aficionados que se acercan a Madrid a seguir a sus respectivos equipos. A algunos la noche sí que les confunde.
El fin de semana favorece un cambio de horario, y se adelanta sesenta minutos el inicio de las semifinales. Llegamos a nuestro asiento y a disfrutar de dos choques potentes. En primer lugar veremos el Real Madrid-Power Electronics Valencia.
Primer partido
Messina presenta un quinteto sorprendente, con Velickovic en pista y Suárez en el banquillo. Un experimento que no funciona. A Nole los demonios de su interior se le aparecen con cada bronca de Ettore. Por momentos parece un junior debutando. La paciencia se agota con la tercera pérdida de balón y el italiano devuelve a Carlos Suárez a su sitio natural. La reacción de Messina llega quizá un poco tarde, y en ese tiempo el Valencia consigue adelantarse de manera significativa en el marcador. La caraja de los blancos es importante.
Rafa Martínez ve el aro enorme desde la larga distancia y rellena su casillero de anotación constantemente. Sólo las faltas y sus protestas pueden frenar al buen tirador del conjunto valenciano. Claver hace un mate de concurso y la afición "taronja" se enciende. La charanga suena como nunca en este campeonato. Messina pide tiempo muerto.
Un triple de Suárez y un par de acciones de mérito de Sergio Rodríguez levantan al graderío madrileño. Se frena en seco el despegue valenciano. Javtokas no es el mismo del día anterior y la eficacia brilla por su ausencia. Sólo ha metido tiros en el calentamiento. Ahora es Pesic el que detiene el partido.
La defensa da alas al P.E que destierra de nuevo a un Madrid en el que Tomic y Fischer son un estorbo en el ataque. Lo de D´Or es para mirárselo. Ni mira al aro estando solo ni sabe qué hacer con el balón cuando nadie le presiona. No es hasta el último cuarto cuando el Madrid se adelanta. Entre Llull, Tucker (que de repente aprende a defender) y el talentoso Mirotic suman lo suficiente para dejar en el asiento trasero al conjunto valenciano.
De Colo y de nuevo Rafa Martínez tiran del carro para descartar de momento la victoria blanca. El francés debería jugar más minutos, señor Pesic.
En este cuarto Sergio Rodríguez compensa pérdidas de balón absurdas con un toque mágico que sube la adrenalina de los presentes y motiva a sus compañeros. Él y Suárez son los que finalmente enseñan el camino de la final. Nos hemos divertido.
El descanso lo aprovechamos para bajar a pie de cancha a ver las prácticas de tiro del Barça, hacer un puñado de fotos y proponer el diseño de las futuras zapatillas de Kobe. Su marca sabe lo que hacer para entretener al aficionado aburrido. Nos dicen que después de la final sortearán las "zapas" de Navarro y Llull. Personalmente me gustan más las de Juanqui.
Vuelta al asiento. Espera el apasionante Regal Barcelona-Caja Laboral.
Segundo partido
Un partido que suena a final. El Barça deja fuera de la convocatoria a Mickeal. El ex de Vitoria lo tiene complicado con el ramillete de extracomunitarios que presenta su equipo. La dinámica de Pascual hoy le deja vestido de calle.
El choque tiene futuro hasta que Navarro decide acabar con él. Juan Carlos juega como quiere, y anota desde donde quiere. Sabe asistir y ser complementario. Si está sano es imparable, y Dusko lo sabe. No es necesaria la zurda de Ingles, porque el que asume la anotación aparte de Navarro es Anderson, que justifica que Pascual se haya decantado por él en lugar del eficaz Mickeal.
El primer cuarto roza lo indecente en cuanto a anotación, con los equipos apretando fuerte en defensa y calculando mal sus tiros a canasta.
Los de Baskonia se suben a la espalda de Barac, que olvida sus problemas con el juego de pies y anota con facilidad. En el Barça Ricky y Sada se turnan en la dirección, y no dejan pensar demasiado a Marcelinho, que no puede ni oler la canasta. Las líneas de pase se cierran y el ataque vasco se nubla. Ivanovic pide tiempo muerto. No se puede con el banquillo profundo catalán.
Las "bombas" de Navarro martillean una y otra vez a Caja Laboral, que se apoya en los aparecidos Bjelica y Logan. Sin los problemas de faltas de la jornada anterior, Ricky puede soltarse e incluso se apunta a lo de meter canastas.
El Barça se va poco a poco e inexplicablemente Ivanovic sienta a Barac y no lo devuelve a la cancha. Si alguien me lo explica, yo lo entenderé, pero sigo ojiplático. Los grandes del cuadro azulgrana se comen a Batista, Sow y a cualquiera que ronde la pintura. Morris se suelta y lanza puñales desde la línea de tres. Asunto resuelto. Real Madrid y Barcelona se verán en la final.
Lo mejor del partido es sin duda la afición del Caja Laboral. No han dejado de animar en todo el encuentro, y una vez que todos se marchan al vestuario y el pabellón se vacía, sus cánticos obligan al equipo baskonista a salir a saludar. Emocionante y bello a la vez. Gestos como éste engrandecen el deporte. Gracias.