Diario de lecturas: El arte de la defensa, Chad Harback

Por Brillo

"El arte de la defensa" es la novela más divertida y emocionante que he leído este verano, y emocionante no es un adjetivo que normalmente usaría para hablar de béisbol, del que no tengo ni papa. La culpa es de los personajes tan reales y complejos, con los que es imposible no reír y sufrir, más un poquito de épica deportiva, porque es imposible no venirse arriba con historias de equipos a lo Alcoyano. Y chascarrillos sobre Moby Dick. No dudaría en recomendarlo a cualquier tipo de lector, porque tiene las características de cualquier buen libro y es lo suficientemente original como para sorprender.
Esta historia es una mezcla de novela de iniciación, vida en la universidad y crisis cuando acaba, amores tardíos y segundas oportunidades. En algunos aspectos me ha recordado a "La trama nupcial" de Eugenides, pero mucho más conmovedora y menos pedante (también la recomiendo, aunque prepararos para mucha semiótica). Tenemos un grupo de cinco protas (ojo a los nombres): Henry Skrimshander, aka Skrimmer, talento inusual para la defensa en béisbol, y cero recursos para la vida; Mike Schwartz, aka Schwartzy, gurú grandullón que se deja las rodillas y su vida académica por el equipo; Owen Dunne, aka Buda, primer gay de los Arponeros y objeto de deseo del rector, Guert Affenlight, antigua gloria en el estudio de la obra de Melville y por último su hija Pella, que viene de un batacazo matrimonial y no le queda otra que volver a la universidad y poner patas arriba la dinámica del equipo.
  
Portada original, imitando la biblia de Henry y Owen: "El arte de la defensa" de Aparicio, el mejor defensa de la historia. Muy chula, y con la recomendación de Franzen.

Otro personaje más es la propia universidad, Westish College, una modesta institución cerca de un lago que parece ser que Melville tuvo a bien visitar una vez, y ahora sobrevive gracias a la venta online de merchandising de Moby Dick. Lo que viene a ser unos perdedores de manual, pero con un himno de guerra muy molón: "Chicos, arriba los corazones. Veros alegres quiero mientras le pega a la bola nuestro audaz arponero".
Es una lectura muy amena, unas 500 hojas que devoré en dos días y medio. Los diálogos son brillantes, las situaciones cotidianas y absurdas, y un par de desenlaces que encojen el corazón. No me extraña que esté siendo tan alabada por la crítica, ya que es una historia clásica y universal, a la vez que muy contemporánea, joven y fresca.
El arte de la defensa, de Chad Harback, está editado por Salamandra y aquí podéis leer los dos primeros capítulos. La HBO ha adquirido los derechos, y me parece que es un material estupendo para una serie con la marca de calidad de la cadena.
¿Le dais una oportunidad al béisbol? ¿Me recomendáis algún otro libro "deportivo"?