Hay proyectos que te llaman la atención desde el principio, y aunque uno cuente con poco tiempo para más “obligaciones”, se une a ellos sin pensarlo.
Hace poco una buena amiga (virtual, pero buena y amiga), me invitó a unirme a un precioso proyecto: llevar a cabo un diario de primavera en imágenes, junto a otros fotógrafos entusiastas de la estación y el proceso de renovación e ilusión que supone. No se trata solamente de fotos bonitas, si no de crear imágenes con un especial sentido, desde el corazón.
Todos los años espero la llegada de la primavera para bajar a un pequeño bosquecillo cercano a mi casa, donde nacen en los árboles las flores más bellas que pueda encontrar. Todos los años tomo mi cámara, me acerco hasta allí, paso un par de horas haciendo fotos, y vuelvo a subir a mi casa con la sensación de haber inaugurado la primavera como Dios manda. Todos los años.
Esta es mi primera contribución al grupo de Flickr Diario de Primavera.
¡Gracias Bego por haberme invitado!