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Diario de un bebé: 4 meses y un salto exponencial

Por Mamás_besos @mama_besos

Diario de un bebé: 4 meses y un salto exponencial

bebe 4 meses

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Mi bebé el pasado 25 de marzo hizo los 5 meses. El tiempo pasa volando y en este último mes los avances del pequeño han sido grandiosos (y no me refiero solo en tamaño).

En la revisión de los 4 meses ya pesaba la ostentosa cifra de 9 kg y medía 67 cm. Vamos, que en las gráficas de percentiles se sale de las líneas en peso y altura, pero como está equilibrado, pues no pasa nada.

Como os podéis imaginar, continúa igual de glotón y la ropa sigue el mismo ritmo de ir quedándole pequeña, sigue yendo a kilo por mes y de altura ya ni os cuento. ¡Mis brazos y mi espalda ya no aguantan! y eso de “mira que bien, otro niño, podré aprovechar la ropa del hermano” se fue al traste hace ya semanas. No tanto porque hayan nacido en meses distintos sinó porque el Peque lleva tallas muchísimo más grandes que las que llevaba su hermano para su edad. Con deciros que el Peque hace tiempo que ¡lleva tallas de 12 meses!.

A los cuatro meses es cuando empezó a hacer cada vez más monerías. Pasó de ser un bebé soso y aburrido a reirse a carcajadas, a estar mucho más despierto y atento a las cosas y a responder cada vez a más estímulos. Pierde la vista en su hermano en cuanto escucha su voz.

En el cuarto mes, empezó a manejar mucho mejor las manos, a coger bien las cosas, y por supuesto a empezar a meterse todo en la boca, por lo que hay que ir con mucho cuidado con los juguetitos del hermano Mayor. Le costaba soltar las cosas de la mano, por lo que hacía mucha gracia cuando les daba golpetazos para desprenderse de ellas.

La cabeza hace tiempo que la levanta perfectamente y al cuarto mes ya la sustentaba durante un rato, e incluso boca abajo ya insinúaba movimientos para querer arrastrarse a coger sus juguetes favoritos. Si lo tumbabas boca arriba en el gimnasio agarraba todo lo que pillaba y hacía temblar todos los juguetes y aguantes, vamos, que es un poco bestia, por decirlo finamente.

En cuanto a alimentación, a los 4 meses empezamos con la fruta y los cereales. Ahora los pediatras dan rienda suelta a las mamás y papás en cuanto a la alimentación y dicen que empieces a darle a esta edad cereales y a hacerle probar frutas y verduras. La verdad que de momento parece que el Peque es tan glotón con la alimentación complementaria como con los biberones. El primer día del puré de fruta no entendía muy bien eso de la cuchara, pero el tercer día ya sabía de qué iba eso de la cuchara y nada más verla abría la boca, y ni qué decir que ni se ensucia, ¡todo para adentro! durante este primer mes de fruta se come una pieza y algo más para merendar (pera, plátano, manzana, ciruela y zumo de naranja). Yo he optado nuevamente por implementar la alimentación complementaria con purés, lo siento, pero soy miedosa en eso de los atragantamientos, así que dejo eso de la “blw” o como se diga a las más osadas.

La introducción de la alimentación complementaria es otro de los aspectos que estoy viviendo muy distintamente respecto a mi anterior hijo. Aplico sentido común y sigo mi ritmo y el de mi hijo, no el del pediatra. Con mi primer hijo si el pediatra me decía que al quinto mes fruta, ahí me teníais el día uno del quinto mes con la taza del puré de frutas, y sin fallar un día. Ahora voy introduciendo los alimentos conforme el ritmo que voy observando a mi bebé, sin estrés y sin preocuparme si un día no se come lo que tocaría. En este cuarto mes no le daba fruta cada tarde, empecé un par de veces a la semana y después días alternos. Y si un día voy al parque y no llevo fruta y le doy biberón, tampoco pasa nada. Ante todo sentido común, tranquilidad y hacer caso al ritmo de cada bebé, que todos tarde o temprano acaban comiendo de todo.

Durante el cuarto mes, solía comer cuatro biberones de 240 ml y su ración de fruta, por lo que creo que ahora ya come lo normal para su edad y no la exageración de semanas atrás.

En cuanto a los cereales, sólo le pongo dos cucharaditas en el último biberón de la noche, nada de papillas, que no le hacen falta y no es cuestión de ponerle más kilos innecesarios. He de decir que a mi hijo Mayor tampoco le di nunca papillas, sólo algo de cereales en el último biberón y a veces, en el primero de la mañana.

Y de momento ahí vamos, ya por el quinto mes y la introducción de la verdura. ¡Ya os iré contando!


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