Diario de un niño en el fútbol: “Yo solo quiero beber agua”:

Publicado el 15 abril 2013 por Jmporense @futbolbaseymas

Una nueva página del "diario de un niño en el fútbol base" y ya son ya varias las que me envió Ayoze David Rodriguez  que trataré de agrupar cuanto antes, por que en su conjunto componen una excelente visión de un niño dentro de este enrevesado mundillo, ajustándose a una realidad que todos vivimos en algún momento. Confieso que este caso nunca lo he visto, aunque historias semejantes si me han contado y por increíble que parezca, suceden. Esta forma de "castigo" puede llevar a un niño a las consecuencias que nos imaginamos y del formador que actúa de esta manera, casi me atrevería a decir que no solo debe dedicarse a otra cosa -sargento en Melilla, por ejemplo- , sino que tiene todas las papeletas para que alguien le acuse de maltrato y acabe en donde debe. Aquí en Galicia disfrutamos o padecemos un clima que solo en pretemporada o a final de la misma, es conveniente, prudente y necesario,  parar las veces que sean precisas un entrenamiento para que los chavales se hidraten, sin olvidar que siempre es precisa una pausa al menos para algo tan elemental. No quiero pensar por lo que pasarán los niños en las tierras isleñas del amigo Ayoze, cuando a algún personaje de este tipo se le ilumine el cerebro. Afortunadamente cada vez son menos, pero animales sueltos o inconscientes aun quedan. “Querido diario, voy a contarte un hábito que ha cogido mi entrenador. Resulta que nuestro equipo no anda muy bien clasificado y solemos perder muchos partidos; muchos de ellos por bastante diferencia. Hace un mes, más o menos, jugamos contra el líder y al llegar a la caseta, al descanso, ya nos habían metido tres goles. Cuando me disponía a beber agua el míster nos cogió las botellas de agua y nos dijo que no se bebía agua porque no lo merecíamos. Con las cabezas agachadas tuvimos que soportar todo el ‘sermón’ que nos echó mientras que esperábamos que llegase el fin del descanso para poder beber agua. Llegó el momento de salir al campo y volvimos a intentar beber agua, a lo que el entrenador nos la volvió a negar. Tuvimos que esperar al final del partido, aunque otros aprovecharon pérdidas de tiempo para acercarse al banquillo, para poder beber algo de agua. ¡Con el calor que hacía!”“Pero ahí no quedó. Hace dos semanas jugamos con el último clasificado que no había ganado ningún partido. Al llegar al descanso ganábamos por seis cero. Cuando llegamos al vestuario fuimos a beber agua y, de nuevo, el entrenador repitió lo mismo que había hecho en aquel partido; no nos dejó beber agua. Alegaba que habíamos estado mal y que no nos lo merecíamos, que cuando hiciésemos las cosas bien ya beberíamos agua. Volvió a repetirse la misma acción que en el partido contra el líder.”“Siempre que en un partido nos está saliendo mal nos hace lo del agua. ¿Acaso no tiene bastante con echarnos un alegato que lo oyen en todo el campo sino tiene que quitarnos el agua? ¿Si no me dan agua significa que lo voy a seguir haciendo mal? Lo podré hacer muy mal pero lo único que quiero es que me dejen beber agua, que tengo mucha sed”A los niños nunca se les debe prohibir que beban agua, hagan como lo hagan, sea el resultado que sea. ¿Saben lo malo? Que muchos entrenadores tienen esto como práctica habitual y creen que así están haciendo un bien para ellos. ¿Les gustaría a los entrenadores que les quitarán el derecho a beber agua cuando simplemente salen a correr o hacer algún ejercicio físico? 

Ayoze David Rodriguez Hernandez
Si  un deportista no se hidrata, la sangre se hará cada vez más espesa,  difícil el transporte de oxígeno y la glucosa hacia las células, la fatiga aparece pronto , aumento notable del sudor, calambres, mareos, visión borrosa, náuseas y falta de coordinación entre otras situaciones incluso de mayor gravedad. 

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