Mia Matsumiya, una violinista profesional estadounidense, ha descubierto, a través de una serie de experiencias desagradables, el carácter horizontal de la red. A lo largo de diez años ha ido recibiendo a través de diferentes redes (Myspace, Instagram, Facebook o Twitter) multitud de mensajes de contenido sexual. Lejos de ir eliminándolos, Matsumiya ha ido archivándolos y hace un par de años pensó en editar un libro recogiendo las propuestas más inverosímiles. No obstante, ha preferido crear una cuenta especial en Instagram, Perv_magnet, donde va publicando poco a poco estos mensajes.
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