Juan Martorano
A 600 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en la culminación de la semana 86 de la misma, y siendo el sábado 6 de noviembre de 2021, quiero permitirme contribuir a aportar elementos al debate ya generado acerca del Memorando de Entendimiento firmado entre la Corte Penal Internacional y el Gobierno Bolivariano de la República Bolivariana de Venezuela.
Hacer esto de una manera pedagógica, con algunas informaciones preliminares y caracterizando tanto a los actores como los contextos, permitirá entender en su justa dimensión la firma de este documento. Ya que entre los extremos que algunos quieren colocar de «blanco» o «negro» hay unas matices de grises que es importante no obviar.
Apenas en la edición anterior di un asomo de lo que serán las opiniones que emitiré en lo sucesivo, así que a alguna gente que me ha escrito, en especial el señor Gustavo Coronel, además de invitarlo al debate de las ideas le recomiendo que no se apresure, ya que apenas estoy iniciando mis aportes, y sabe muy bien que lo que señaló tiene asideros. En dado caso si quiere rebatirme, que lo haga de manera argumentada y razonada.
Y siendo esto así, como parte del análisis que estamos haciendo de este Memorando de Entendimiento suscrito entre la Corte Penal Internacional y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, es importante caracterizar al visitante, en este caso al Fiscal Principal de la Corte Penal Internacional, el señor Karim Kahn.
Karim Kahn es un abogado de nacionalidad británica de 51 años de edad, especialista en derecho penal internacional y de derechos humanos. Antes de ser elegido como Fiscal de la Corte Penal Internacional, se desempeñaba como subsecretario general de la ONU, y estando en ese cargo dirigió una investigación sobre los crímenes del Estado Islámico.
Antes de ser electo Fiscal de dicha instancia (es el tercero después de Luis Moreno y Fatou Bensouda), ya ha tenido experiencia dentro de la CPI, siendo parte tanto de la fiscalía como de la defensa de los casos llevados por ante esa instancia internacional.
La fiscal saliente Fatou Bensouda dejó en sus manos el examen preliminar sobre el caso Venezuela, cuyos resultados no fueron anunciados en la oportunidad esperada, ya que esta funcionaria nunca atendió las solicitudes formuladas por el Estado venezolano por intermedio del Fiscal General, Dr. Tarek William Saab, incluso se violentó un principio elemental del Derecho como lo es de contradictorio o de defensa, y Kahn ha pasado de ese examen preliminar a la apertura de la fase de investigación, pero de eso volveremos en próximas entregas y esto fue expresado por el Estado venezolano en el referido memorando de entendimiento.
Pero gracias a la contribución del compañero Luis Roa, también nos indica que Kahn estuvo en Irak (2018) país invadido, destruido y asesinado su presidente Saddan Hussein por el gobierno de George Bush; bajo el señuelo de tener «armas de destrucción masiva», que al final resultó falsa. Allí estuvo Karim Kahn, no a investigar el genocidio y los crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno gringo, sino para dirimir guerras tribales. Pasó por Colombia un país conmocionado por las masacres, en lo que va del año han asesinado a 142 líderes sociales y 192 ex combatientes pacificados de la FAR EP. Solo lanzo la mirada, sin detenerse porque allí cumple con «las obligaciones internacionales».
De hecho, la Corte Penal Internacional, ante esos hechos, lo que optó fue por archivar y cerrar el examen preliminar a Colombia.
Por ello, pese a las explicaciones preliminares de lo que es el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional, sin embargo y como lo señala Roa, no debemos abrigar mayores expectativas. Aunque el Fiscal Kahn ha reiterado que no es «político» y que esa instancia «no es política», pues los hechos y sus decisiones al igual que el sistema de Naciones Unidas en la mayoría de los casos han demostrado estar inclinadas por intereses políticos y subordinada a organismos o a intereses imperiales como la ONU, EEUU o la Unión Europea.
No es menos cierto el papel que muchas Ong han tenido en la coyuntura venezolana, primero con Chávez y luego con Maduro, engrosando el dossier sobre estos crímenes de lesa humanidad. dossier este cargado de mucho sesgo, puesto que se documenta sobre las violaciones de Derechos Humanos por parte de cuerpos militares o policiales en Venezuela, obviando que además que desde hace rato en Venezuela se desterró la desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y otros flagelos como política de Estado; también la responsabilidad penal de los que incurran en estas prácticas es individual. Entendiendo esto que el cambio de paradigma en el tema de Derechos Humanos en Venezuela además de incluir un capítulo completo en nuestra Carta Magna y de creación de instancias como la Defensa Pública y la Defensoría del Pueblo, es más que todo cultural y ahí sin duda tenemos mucho por hacer.
Pero de ahí a llegar a acusaciones de crímenes de lesa humanidad por parte del actual Ejecutivo Nacional refleja a mi juicio una ignorancia de una magnitud inconmensurable por parte de los que señalan esto y que no conocen los preceptos del Estatuto de Roma. Sobre esto volveré más adelante.
Sería importante conocer la opinión de algunos actores políticos y de organización de Derechos Humanos que opinan sobre el caso de Orlando Figuera, quien fue quemado y asesinado por su color de piel (era moreno) y por solamente «parecer chavista» lo que refleja una estigmatización y discriminación producto de su ideología política. Qué pensarán estas organizaciones ante el desembarco mercenario de la «Operación Gedeón» los días 3 y 4 de mayo de 2020 en plena pandemia en el país en las costas de Macuto (La Guaira) y Chuao (Aragua). Casi que los defensores de la visión hegemónica de Derechos Humanos indicaban que los que venían en esa operación desde Colombia «venían preñados de buenas intenciones para liberarnos de la dictadura madurista». Sería interesante conocer que piensan sobre el magnicidio en grado de frustración ocurrido el 4 de agosto de 2018 en la avenida Bolívar de Caracas.
Sería interesante conocer cuál es la opinión de estas organizaciones de Derechos Humanos con respecto a los eventos terroristas ocurridos durante los años 2013, 2014 y 2017, los asesinatos ocurridos, el de encerrar a la gente en sus propios hogares e impedirles el libre tránsito. Para algunos esto representa el derecho a la «libertad de protestar», a «hechos pacíficos de la sociedad civil». Es algo así como los «buenos de la película», mientras que los «malos de la película» eran los efectivos de la policía y de la Guardia Nacional Bolivariana, que salían a reprimirlos.
Es un poco la visión hegemónica de Derechos Humanos que sostiene que el único sujeto violador de Derechos Humanos es el Estado, obviando que las nuevas corrientes del pensamiento y promoción en la defensa de los Derechos Humanos sostenemos que personas naturales y jurídicas de Derecho Privado también son susceptibles de ser sujetos activos en la violación de Derechos Humanos.
Por ello, y aún cuando en las próximas ediciones de esta columna seguiremos profundizando en los contenidos y alcances de este documento, no obstante debemos estar todos y todas alertas con las delegaciones que puedan asistir al país, las cuales bajo la fachada de «imparcialidad y objetividad» están hechas a la medida de la ultraderecha golpista y del Departamento de Estado de EEUU, que no van a desaprovechar la oportunidad que da la apertura de la fase de investigación del caso Venezuela por parte de la CPI para arreciar las campañas en contra de nuestro país. Ya antecedentes a esto los tenemos tanto propios como de otros países para la concreción de sus invasiones «humanitarias», bloqueos, aplicación de rondas de medidas coercitivas unilaterales mal llamadas o consideradas «sanciones», los asedios, los ataques de la gran prensa en el mundo y de los mercenarios de la pluma que a diario se prestan para cualquier barbaridad en contra del país.
Es decir, como la Crónica de una Muerte Anunciada del inmortal García Márquez, las opiniones que en lo sucesivo emita la CPI en torno al caso Venezuela será utilizado como arma política contra el presidente Maduro, y más que a él, en contra del Estado-Nación venezolano.
Y esto es sólo el comienzo. Ya en la próxima entrega entrare en las evaluaciones del Memorando de Entendimiento en sí.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. http://Www.juanmartorano.blogspot.com , http://www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano. jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano