Autor: E.M.DelafieldEditorial: Libros del AsteroideISBN: 9788415625537Nº de páginas: 216 La dama de provincias vive en una preciosa casa de campo, tiene dos hijos encantadores y un marido que, cuando está con ella, acostumbra a dormitar tras las páginas del Times. Lleva un diario que le sirve para poner un poco de distancia con las cosas que le suceden; en él escribe sobre sus esfuerzos para equilibrar la economía familiar y lidiar con su temperamental cocinera y la sensible institutriz francesa de sus hijos; así como sobre su lucha constante por mantener a raya a su engreída vecina, Lady B., y sus denodados esfuerzos por estar siempre a la altura de las circunstancias.Con el relato cotidiano de las desventuras de su protagonista, de sus agobios y preocupaciones, de sus pequeños triunfos, E. M. Delafield ha creado un vivísimo e inolvidable personaje con el que se identificará cualquier lector que se haya sentido alguna vez sobrepasado por los quehaceres del día a día.Publicado por primera vez de forma seriada en una revista de los años treinta y recogido después en forma de libro, Diario de una dama de provincias es un hilarante retrato de la clase alta británica y una de las más divertidas novelas de la literatura inglesa del XX. Hoy le toca el turno a esta novela parcialmente autobiográfica escrita por Delafield a finales de los años 20. El libro, como se puede inferir del título, está narrado en forma de diario personal donde una dama casada con un administrador de fincas, madre de dos hijos pequeños y con residencia en la campiña inglesa, nos cuenta de forma detallada las vicisitudes de su día a día, sus pensamientos y sus preocupaciones.La novela está escrita en clave de humor, aunque algunas de las situaciones por las que pasa nuestra querida dama son dignas de lástima (por ejemplo sus problemas para llegar a fin de mes o la pobre opinión que tiene de si misma).Asimismo es un retrato bastante acertado de la sociedad (hipócrita) de la época, de la vida doméstica y el papel de la mujer (relegada a la casa y al cuidado de la familia). Interesantes son las reuniones del Instituto de la mujer a las que acude con asiduidad. Algunas situaciones y comentarios no tienen desperdicio. La forma de escribir de la autora es ingeniosa y con ese tono irónico que tanto me gusta y que a menudo utilizan los novelistas ingleses. La dama, con sus reflexiones nos arranca más de una sonrisa.Con sólo unas pocas páginas logra un buen reflejo de la alta sociedad inglesa. Ejemplo de ello es el personaje de Lady B (patrona de Robert, el marido), mujer frívola y altanera que logra sacar de sus casillas a nuestra protagonista.Sorprende también la forma en que se desarrolla su vida conyugal. Parte de los comentarios más duros e incluso desagradables que hace van dirigidos a su marido, que parece vivir ajeno a todo lo que sucede a su alrededor y cuyo máxima aspiración es que lo dejen tranquilo y en paz.La mujer, por su parte, se siente sobrepasada por sus responsabilidades y en ocasiones parece incluso asqueada de la vida que lleva y de su papel de madre. Lo más gracioso de todo es que con casi 100 años de diferencia, nos damos cuenta al leer este libro de que las cosas no han cambiado tanto. Seguimos viviendo en una sociedad a la que le gusta el chismorreo, las apariencias, el figurar... Poco más se puede añadir a lo dicho. Sólo una cosa más; quizá este libro no sea una gran novela pero te hace pasar un rato entretenido y eso es lo que cuenta. * La autora escribió tres libros más con la misma protagonista: The Provincial Lady Goes Further (1932) (La dama de provincias prospera publicado también por Libros del Asteroide), The Provincial Lady in America (1934) y The Provincial Lady in Wartime (1940).
Autor: E.M.DelafieldEditorial: Libros del AsteroideISBN: 9788415625537Nº de páginas: 216 La dama de provincias vive en una preciosa casa de campo, tiene dos hijos encantadores y un marido que, cuando está con ella, acostumbra a dormitar tras las páginas del Times. Lleva un diario que le sirve para poner un poco de distancia con las cosas que le suceden; en él escribe sobre sus esfuerzos para equilibrar la economía familiar y lidiar con su temperamental cocinera y la sensible institutriz francesa de sus hijos; así como sobre su lucha constante por mantener a raya a su engreída vecina, Lady B., y sus denodados esfuerzos por estar siempre a la altura de las circunstancias.Con el relato cotidiano de las desventuras de su protagonista, de sus agobios y preocupaciones, de sus pequeños triunfos, E. M. Delafield ha creado un vivísimo e inolvidable personaje con el que se identificará cualquier lector que se haya sentido alguna vez sobrepasado por los quehaceres del día a día.Publicado por primera vez de forma seriada en una revista de los años treinta y recogido después en forma de libro, Diario de una dama de provincias es un hilarante retrato de la clase alta británica y una de las más divertidas novelas de la literatura inglesa del XX. Hoy le toca el turno a esta novela parcialmente autobiográfica escrita por Delafield a finales de los años 20. El libro, como se puede inferir del título, está narrado en forma de diario personal donde una dama casada con un administrador de fincas, madre de dos hijos pequeños y con residencia en la campiña inglesa, nos cuenta de forma detallada las vicisitudes de su día a día, sus pensamientos y sus preocupaciones.La novela está escrita en clave de humor, aunque algunas de las situaciones por las que pasa nuestra querida dama son dignas de lástima (por ejemplo sus problemas para llegar a fin de mes o la pobre opinión que tiene de si misma).Asimismo es un retrato bastante acertado de la sociedad (hipócrita) de la época, de la vida doméstica y el papel de la mujer (relegada a la casa y al cuidado de la familia). Interesantes son las reuniones del Instituto de la mujer a las que acude con asiduidad. Algunas situaciones y comentarios no tienen desperdicio. La forma de escribir de la autora es ingeniosa y con ese tono irónico que tanto me gusta y que a menudo utilizan los novelistas ingleses. La dama, con sus reflexiones nos arranca más de una sonrisa.Con sólo unas pocas páginas logra un buen reflejo de la alta sociedad inglesa. Ejemplo de ello es el personaje de Lady B (patrona de Robert, el marido), mujer frívola y altanera que logra sacar de sus casillas a nuestra protagonista.Sorprende también la forma en que se desarrolla su vida conyugal. Parte de los comentarios más duros e incluso desagradables que hace van dirigidos a su marido, que parece vivir ajeno a todo lo que sucede a su alrededor y cuyo máxima aspiración es que lo dejen tranquilo y en paz.La mujer, por su parte, se siente sobrepasada por sus responsabilidades y en ocasiones parece incluso asqueada de la vida que lleva y de su papel de madre. Lo más gracioso de todo es que con casi 100 años de diferencia, nos damos cuenta al leer este libro de que las cosas no han cambiado tanto. Seguimos viviendo en una sociedad a la que le gusta el chismorreo, las apariencias, el figurar... Poco más se puede añadir a lo dicho. Sólo una cosa más; quizá este libro no sea una gran novela pero te hace pasar un rato entretenido y eso es lo que cuenta. * La autora escribió tres libros más con la misma protagonista: The Provincial Lady Goes Further (1932) (La dama de provincias prospera publicado también por Libros del Asteroide), The Provincial Lady in America (1934) y The Provincial Lady in Wartime (1940).
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