Diario de una lectora superviviente: Análisis con spoilers de Hijo del hierro, de J. P. Naranjo (Parte II)

Publicado el 05 diciembre 2020 por Laura Coll Rigo

Hace unos días publiqué la reseña de Hijo del hierro comentando en general mi impresiones, pero me quedé con ganas de decir muchas cosas más y entrar en detalles. Por eso, decidí hacer esta segunda parte con spoilers, por si tenéis curiosidad por ver si mi odio está tan justificado como digo. Aquí os destriparé toda la trama y también ofreceré ejemplos concretos de los principales problemas

En esta entrada voy a hablaros de los siguientes puntos:

1. Lo patata que es la trama 

2. Lo pesado que es el prota con su odio hacia las mujeres

3. Aunque en realidad defienda la igualdad de forma artificial

4. Cómo el autor trata al lector de tonto

5. La masculinidad de los personajes

ATENCIÓN ZONA SPOILER
1. Trama patataDor es un adolescente vive en Matter escondido en la fábrica de hierro. Ya de pequeño debía ser un niño muy atípico porque llegó siendo un bebé, pero ningún guardia se percató de su presencia, véase la eficacia del control de las mujeres. Un día su maestro le revela que ha estado en contacto con los rebeldes desde siempre y que tiene un plan para sacarle de ahí y convertirle en un héroe: al no estar marcado como esclavo, los de fuera le creerán cuando explique que los esclavos no están ahí por gusto.Al enterarse, Dor, un chico culto que odia a las mujeres por lo que hacen y que cree en la igualdad, decide que le da miedo y trata de huir, pero el autor le dice que es el héroe y no le queda otra que capitular.
Nos saltamos la parte en la que el prota es capturado, hace un alegato feminista delante de todo el mundo sin que le interrumpan (puede que sean esclavos, pero hay que ser educado), muere el maestro, el prota huye y se encuentra con los rebeldes. Sin sorprenderse un ápice por el paisaje, pese a que no había salido nunca de Matter, tras conversaciones mentales para despedirse de gente que ha muerto y flashes artificiales de su infancia feliz (estilo "estar entre hombres grandes y apestosos me recuerda a cuando..."), se pone en camino junto a los rebeldes (que tácitamente le han declarado su jefe) hasta Erudis, una ciudad de hombres libres que tienen libros. Allí ponen a prueba la astucia del protagonista y le piden que descubra quién quiere traicionarles. Hábilmente, Dor amenaza con matarlos a todos, siembra el miedo, el culpable confiesa y alaban su inteligencia. A esto le siguen varias semanas de estudio de libros sobre estrategia militar que no aplicara a lo largo de la novela, mientras por la tarde le dopan con esteroides para que pueda luchar mejor con la espada. Justo antes de partir hasta Mixity (una ciudad de gente con la mentalidad de hoy en día) se une a su equipo Arthos, un joven que se ha enterado de casualidad que Dor está en ese sitio tan secreto y quiere convertirse en rebelde. Página 179:
«Llevo casi dos meses fuera de Matter con Leumas y Yeyo y ahora pienso en que nunca le he preguntado por los rebeldes, sus compañeros de armas que me han elegido como símbolo de la insurgencia. Tampoco es que hayamos tenido mucho tiempo para charlar, con tanto entrenamiento y estudio...»

Claro que no han tenido tiempo, pobrecito. Llegan a Mixity y Dor, que hace tres semanas aprendió cómo levantar una espada, se enfrenta al rey de Mixity y le vence, aunque no le mata porque es bueno. Entonces les atacan las mujeres, a quienes no se les había ocurrido atacar en los últimos cien años, pero se ve que solo eran cuatro o cinco porque las vencen con facilidad. Se ve que nadie sabe de estrategia. Pese a que las mujeres han demostrado lo peligrosas que son, los ciudadanos no quieren luchar. Menos mal que Dor les lanza un discurso motivador y a partir de entonces se unen a su causa.

Los rebeldes, liderados por Dor, van a la ciudad de Patrio (también una ciudad normal que por algún motivo las mujeres no han atacado) donde el protagonista aprende un arte marcial en cinco días y vence a un luchador que llevaba años entrenando. Su estrategia para que los de Patrio se unan a él es rescatar a algunos esclavos para que cuenten sus penurias y los otros les tengan lástima, pese a que ya se han encontrado esclavos otras veces y los han matado sin miramientos. Mientras tanto, Dor, pasando por una ciudad llena de zombies de los que no se vuelve a saber nada, recluta a una tribu de gente con malformaciones, a los que ya les cuesta vivir como para convertirse en soldados, ir a la guerra y ser útiles. Quizás es un alegato a que en el ejército incluyan un equivalente a los paralímpicos. 

Dor demuestra una vez más lo coherente que es: mientras que a los de Patrio les había prometido conseguir la ciudad de los zombies (pese a tener claro que no lo hará), cuando los dephors (deformes, me parece muy estúpido) piden lo mismo, Dor se niega porque «No podemos prometeros algo que no está en nuestras manos», y pasa a prometerles una de las ciudades de Matter en cuanto la tengan.

Dor regresa a Patrio y tras diez páginas manteniendo el misterio (aunque el prota lo sabes y está narrado en primera persona presente), se revela que Arthos es Arlene y que les había mentido todo este tiempo para que confiaran en ella. En realidad a ella la han enviado para capturar a Dor, pero pese a ser la sucesora de la emperatriz, la han adoctrinado tan bien que está en contra de la ideología de Matter y quiere unirse a Dor. Tras las dudas del protagonista, no solo la acepta sin pruebas, sino que aunque estaba enamorado de Arthos, decide que no le importa si este es hombre o mujer.

Pasan un par de cosas varias como que las mercaderes su unen a Dor porque de repente están cansadas de la tiranía de Matter, se descubre que las mujeres tienen armas de fuego que transportan en tren (el protagonista tarda una semana, después de conocer la existencia del tren, en pensar que lo usan para transportar las armas. Y los demás le aclaman por ser tan listo. Normal, si ese es el nivel...), unos niños se unen a los rebeldes (menores de diez años que vivían solos por su cuenta cuidando bebés) y capturan a Yeyo. Esto hace que Dor se enfade y decida lanzar sus estrategias inexistentes a la basura y atacar:

«Cuando dije que lo ocurrido con mi amigo lo había cambiado todo no me equivocaba. Ha derribado los pilares de una guerra metódica y bien preparada para hacer brotar entre sus restos un bosque de decisiones rápidas, violentas e impredecibles» (Lo triste es que él se cree de verdad que tenía planes...)

Su brillante plan improvisado es atacar el Enclave secreto, que recibe ese nombre porque no saben absolutamente nada de él. A eso le llamo yo estrategia y preparación. De camino, deciden conquistar el mercado (cuyo mapa no conocen) usando la táctica del lobo feroz de llamar a la puerta, decir la contraseña (que debe ser universal y no cambian nunca), mientras fingen haber atrapado a unos esclavos y colar a todo su ejército de 200 personas que se escondían pegadas a las murallas

Las mujeres prenden fuego a la ciudad y mientras les cercan las llamas, ellos se meten uno a uno en las alcantarillas (las llamas deben esperar pacientemente), y luego salen de uno en uno mientras las mujeres los miran sin atacarles porque sino sería muy fácil o algo. Tras vencerlas, descubren que han hecho experimentos científicos para comerles el cerebro a los esclavos, que se han vuelto locos y les atacan. Puede que tuviera arreglo, pero no hay tiempo que perder y los matan sin dejarles decir palabra.

Dor, en su afán de héroe, decide abandonar a su ejército de 200 personas e internarse en Miner Polis (pese a no saber cómo es el lugar ni exactamente cómo entrar), para matar a la jefa del lugar (que no se sabe quién es ni dónde está), solo para que no muera más gente en la guerra. Al final tampoco es importante porque su ejército le ha seguido de estranjis y se ha colado siguiendo la misma estrategia de antes, deberían patentarla. Se descubre que Tío Aleatorio nº 1 es hijo de Leumas (amigo del prota) porque no nació en Matter, de pequeño tenía el pelo rizado y tiene veinte años (con esos datos podría ser tanto su hijo como de mi madre). ¿Y cuál es la reacción de su ejército? No se enfadan por haberse ido por su cuenta y haber hecho algo tan estúpido, sino que incluso se disculpan porque Dor no ha confiado en ellos.

Tras esto, para sorpresa de todos (aunque se ve venir desde que se sabe quién es Arlene), el protagonista decide hacerse pasar por prisionero de Arlene para colarse en Matter. Esta convence a la emperatriz para poner a todos los esclavos en las murallas y entonces un tren cargado de explosivos estalla en medio de la ciudad y los rebeldes ganan. Oh, y se descubre que Arlene es hija de la emperatriz. Como es su madre y no podemos matarla, la emperatriz se redime y se descubre que en realidad no es tan mala, que ella no creía en esa ideología y que no hacía nada por miedo a la jefa de la guardia (que muere). Finalmente hay un Prólogum con todos casados y con hijos. 

Fin.

2. OdiaDORPese a la mentalidad de igualdad y respeto del protagonista, debido a todo lo que ha sufrido (que tampoco tanto) en la ciudad de Matter, en parte entiendo su odio por las matterax, las mujeres de Matter. De todas formas llegó un punto en que resultaba muy cansido que Dor recordara a cada página que las odiaba. Es como si de este modo el autor tratara de transmitirnos ese odio,sin tener en cuenta que esa es la forma fácil; lo difícil es mostrarlo. Aquí os dejo una muestra de las frases que podemos encontrar en los primeros capítulos. Algunas nos recuerdan que el mundo está gobernado por mujeres, pese a que es un dato que ya sabemos y que resulta repetitivo:

«el sector que deberán ocupar eficientemente en esta invariable sociedad dominada por mujeres»

«Ellos han  gozado de un principio casi normal, o todo lo normal que puede ser algo en  este imperio de féminas»

«No por infringir las leyes de las mujeres, sino por dejarse coger después de haberlo hecho»

«¡Malditas! 

Malditas ellas y su forma de gobernar sobre nosotros.»

«Desciendo a mi lugar, a los pies de la sociedad de mujeres, bajo su yugo.»

«Todos ellos muertos. Todos ellos víctimas de este maldito imperio»

«Las malformaciones, marcas o singularidades físicas no tienen cabida en este imperio de escrupuloso orden. Así lo quieren ellas. Así son las mujeres de Matter.»

Otras nos recuerdan constantemente que Dor vive en un mundo en que los hombres son tratado como seres inferiores:

«Miro hacia la derecha, donde se encuentra la cocina en la que nos alimentan como a cerdos.»

«Es increíble la diferencia entre ellas y nosotros. Todo pulcro. Todo esplendor. Entiendo que quieran conservar su estatus al precio que sea necesario. No lo pagan las matterax. Lo pagamos nosotros.»

«¿Por qué no lo hacen de una vez? Les gusta hacernos sufrir.»

«Además, aún me queda una mañana muy larga reunido con los jóvenes del kolegio. Las nuevas hojas de este árbol infestado de hombres brutos y cerdos»

 Otras veces, las insulta sin motivo, simplemente porque ha pensado en lo malvadas que son:

«Malditas sean ellas y sus métodos. ¡Malditas matterax!»

3. El adalid crítico

Por otra parte, el autor no deja de poner en boca del protagonista todo tipo de críticas tanto a nuestra sociedad actual como al sistema de gobierno de las mujeres. Esto no estaría mal si no fuera porque aparece de forma muy artificial y poco sutil. En la mayoría de ocasiones, el protagonista ve que algo está mal y, en lugar de dejar que el lector piense "ah, esto es consecuencia de lo que hacemos en el presente", Dor tiene que explicarlo. Cualquiera puede añadir este tipo de fragmentos a su novela y parecer así progresista; lo difícil reside en conseguir que el personaje actúe en consecuencia a sus palabras. 

««Sucia rata». Se empeña en hacernos ver que sin ellas todo sería un caos, que  volveríamos a la época en la que el hombre ocupaba un lugar muy por encima  de la mujer, un periodo de nuestra historia que fue devastado durante una guerra global provocada por las decisiones tomadas por nosotros, los hombres. Bla, bla, bla. ¿No se cansa de decir lo mismo una y otra vez? Somos hombres. Somos humanos. Y como tales, cometemos errores. ¿Acaso ellas han construido un mundo de paz?»

«Lo triste es que todo esto haya sido provocado por la misma especie que trata de sobrevivir cada día. Malditos sean los antiguos por promover un escenario tan apocalíptico que las personas enferman hasta convertirse en bestias sangrantes»

«Todo viene de atrás, de hace unos cien años, cuando los hijos de puta que gobernaban en las diferentes naciones de este mundo decidieron mandarlo todo, y a todos, al infierno. Malditos ellos y sus armas. Maldita toda la humanidad.»

 





Por supuesto, yo tengo este tipo de monólogos mentales conmigo misma constantemente (no sé si ya os habréis percatado del uso indiscriminado de "malditos").

4. Dor, cociente intelectual de 300

No solo el autor nos trata de tontos al criticar aquello que ve que está mal y exponérselo al lector para que se de cuenta, sino que constantemente me ha parecido que el autor se hacía el listo:

«Nuestros guías nos señalan la puerta:

—Estancia Alexander Fleming —dice el más bajito

—Supongo que para vosotros tendrá significado el nombre

No recibo respuesta»

Esto es para demostrar la ignorancia del protagonista, pero es muy poco natural (¿alguno de vosotros diría eso?) y no aporta nada. Un par de páginas después, dedican media página a contarnos la historia de Odín solo porque hay un personaje que se llama así y Dor quiere presumir de conocimientos. No importa que su interlocutor también sepa la historia de Odín, lo cuenta para que el lector lo sepa y se de cuenta de lo listo que es.

También relacionado con los nombres, aquí viene otro ejemplo. El autor nos tiene que explicar por qué hay un personaje que se llama "Tufo" y otro "Llorica", es imposible que nosotros podamos deducirlo.

El siguiente es un ejemplo de cómo el autor cree que somos tontos y que hay explicárnoslo todo. En un momento un grupo  del ejército de Dor se pelea con otros y mata a un par de personas, y el protagonista los somete a juicio y los mata. A continuación tiene lugar este diálogo en el que se explica por qué Dor ha hecho eso, aunque es obvio: 

Además, fijaos en cómo termina, con el otro personaje diciendo que Dor habla de una forma muy culta, cuando en realidad no es así. Pero el colmo fue cuando el autor se pone a analizar el simbolismo de su propia obra dentro del libro. Os dejo a continuación la página y media de análisis que hay. Yo cuando llegué a este inciso es que se me saltaban las lágrimas de la risa. Ya hay que ser altivo para creerte tanto que eres un buen autor. Aquí el protagonista, aleatoriamente, se pone a relacionar todo lo que ha vivido con El principito y hacer paralelismo. De verdad que no me lo invento. 

5. Masculinidad de los personajes

Tanto el protagonista como el resto de hombres no paran de recordarnos constantemente que son hombres, por alguna razón que desconozco. Son comentarios que ignoraría en cualquier otra novela (de no ser porque son excesivos), pero que aquí desentonan mucho, pues estamos ante una obra que defiende la igualdad. Estos son algunos casos en los que el protagonista hace gala de su masculinidad:

«No se me ocurre otra cosa que bajarme los pantalones y hacerles ver que vengo de las letrinas. Están justo a mi lado. Debería funcionar. Así que salgo de mi escondite y me acerco a ellos abrochándome el pantalón. Aprovecho y me acomodo el bulto desde fuera, un gesto de hombre.» (Más allá de que las frases cortas son terribles, la última frase sobra por completo)

«Ya se oyen las voces de regocijo. Entre hombres es imposible celebrar algo así en silencio.» (Contexto: están celebrando la incorporación de unos recién llegados. ¿Por qué todo? ¿Es que las mujeres no armarían un jolgorio si fuera la situación inversa?)

«Ni siquiera el salto hacia la pasarela flotante me frena, aunque la alcanzo por los pelos, lo que sube la temperatura de mis músculos.» (Imaginad que la narradora es una mujer. ¿No os parece que queda raro?)

«Date prisa, nada de jugar con el palo de mear en la ducha. Ahí nos duchamos todos. Te esperamos en el comedor» (Sin comentarios)

«—No tendría que hacerlo si un bastardo de pelotas enormes no me hubiera cortado los dedos» (referencia a las pelotas gratuita)

«En un rato descansaréis para deshaceros de las consecuencias de jugar a ser hombres—» (con eso se refiere a emborracharse, porque eso es "ser hombres")

«Sé que le caigo bien, aunque siempre me esté insultando y corrigiendo durante los entrenamientos. Quiere sacar el pedazo de hombre que llevo dentro»

«—Tengo las pelotas como piñones —dice Leumas» (otra referencia a las pelotas gratuita)

«Los altercados y las riñas han sido por banalidades como quién ganaría en una pelea, quién la tiene más grande o qué barba es la más poblada.

Asuntos de borrachos y críos. Hombres, al fin y al cabo» (Sí, el cambio de párrafo es arbitrario, pero más allá de eso, no entiendo por qué este tipo de cosas son "cosas de hombres")

Que no sería un problema si solo un personaje hablara así, el problema es que todos lo hacen. Incluso de vez en cuanto encontramos comentarios machistas que no son nada coherentes en boca del protagonista, el defensor de la igualdad:

«Por mucho poder que ostenten, y por muy grandes y fuertes que sean las aspidas, los hombres siguen siendo un peligro en un combate cuerpo a cuerpo» (¿Por qué? ¿Porque los hombres siempre son más fuertes que las mujeres, da igual que ellas estén entrenadas y ellos sean unos esclavos desnutridos?)

«Como mujeres, no pierden la oportunidad de ver a un hombre sin ropa siempre que pueden. Aunque tengo que tragarme mis propias palabras sí me fijo en algunas de las matterax. No parecen disfrutar. Más bien todo lo contrario.» (comentario muy innecesario porque, como veis, luego se desdice. Por otra parte, la última frase es redundante, se entiende con la anterior. Pero no, el lector es tonto)

«A este sitio no le falta un detalle. Por muy machos que aparenten ser, disponen incluso de una barbería, donde acuden para cortarse el pelo y rasurarse la barba» (aparentan ser muy machos, pero les gusta arreglarse el pelo, cuidado)

«¿Podéis comportaros como personas civilizadas, por favor?— les regaña Arlene en su faceta más maternal» (no es porque se estén comportando como niños, es que ella es MADRE y eso es lo que hacen las madres)

"Es lo que tenemos los caballeros... Nos cuesta ver a una mujer como un enemigo" Perlita.


Las mujeres son incluso mejores que los hombres, porque tienen un instinto innato para proteger a los suyos. Ajá. 

El fragmento que viene a continuación me pareció el colmo. Arthos era un personaje que me gustaba porque escapaba del estereotipo de hombre. Pues resulta que es una mujer disfrazada. Y una vez se ha descubierto eso, decide usar sus "armas de mujer" para seducir a un par de hombres (dando por supuesto que son heterosexuales, aunque han vivido siempre entre hombres), usando todos los tópicos de seducción femenina. Me parece terrible.

En fin, esto es todo amigos, espero que os haya gustado la entrada algo atípica, pero de verdad que necesitaba desahogarme. He de admitir que me he divertido quejándome, pero ojalá no tenga que volver a hacer una entrada de este estilo nunca más. Estaré encantada de comentar lo que sea con vosotros en los comentarios, ¡nos leemos!