Día 10º Hora quinta:Empiezo a tocarle las narices. Sus resoplidos indican nerviosismo a mi favor.Día 10º Algunas horas después:Los ojos son un punto de la fisonomía humana muy sensible. El medidor de nerviosismo se eleva hasta tal punto que el individuo se levanta enérgicamente de su sofá, abandonando incluso su reposo. Esquivar los manotazos lanzados indiscriminadamente al aire se convierte en un buen sustituto de las colas de vaca. Podría decirse que es un deporte olímpico en el mundo de las moscas. Creo que debería dedicarme a esto de forma prolongada. Tiene su yo que sé que qué se yo…Día 10º, algunos vuelos después:Me estoy replanteando escapar. De momento, necesito un descanso.
Día 10º al anochecer:Tengo sueño. Mañana me lo pienso.