Título original: Diario de una ninfómana
Director: Christian Molina
Guionista: Cuca Canals
Intérpretes: Belén Fabra
Leonardo Sbaraglia
Llum Barrera
Geraldine Chaplin
Ángela Molina
Pedro Gutiérrez
José Chaves
Productores: Mariví de Villanueva
Julio Fernández
Fernando Monje
Fotografía: Javier Salmones
Música: Roque Baños
Mariano Marín
Montaje: Luis de la Madrid
Nacionalidad: España
Año: 2.008
Duración: 98 minutos
Edad: 18 años
Género: Drama, Romántica
Distribuidora: Sociedad General de Derechos Audiovisuales, S. A.
Estreno: 17-10-2.008
DVD Alquiler: 11-02-2.009
DVD Venta: 03-06-2.009
Página WEB: Ficha completa en IMDb
Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 4,762 Espectadores: 217.582
Vizcaya: 4,760 Recaudación: 1.273.324,85 €
España: 3,833 Puntos (Popularidad):
Rugoleor: 4,231 Ratio de popularidad:
Sinopsis:
Val tiene 28 años, es atractiva, tiene estudios universitarios y una cómoda posición económica. Es además una mujer muy liberada que busca constantemente nuevas experiencias para saciar su curiosidad sexual. Se acuesta con quien quiere y cuando quiere. Tras diversas experiencias, acabará convirtiendo el sexo en su forma de vida, lo que la conducirá a encontrar el amor y a ejercer la prostitución, viviendo en ambos casos experiencias extremas.
Tras el muy sugerente y extrañamente polémico cartel de esta adaptación de la novela erótica y autobiográfica de Valérie Tasso, se esconde Belén Fabra, el espléndido descubrimiento de un film que arranca cuando la joven pierde su trabajo en una oficina. Sedienta de sexo y coleccionista de amantes, conocerá el amor verdadero –el que duele- de la mano de Leonardo Sbaraglia que la dejará trastocada. Y, de ahí, a ganarse la vida como prostituta de lujo.
Crítica:
20.10.2008 – ANTON MERIKAETXEBARRIA
Sex o no sex
No hay por dónde cogerlo este subproducto español, firmado por Christian Molina, a partir de las memorias cortesanas de Valérie Tasso, ex prostituta y en la actualidad consejera sexual. Estamos ante el típico pseudoporno, más bien blandito, en un subgénero que ha pasado de ser privilegio sólo accesible a las clases más pudientes, a objeto de consumo por parte de todo el mundo.
En ese sentido, biografías como las descritas en “Diario de una ninfómana”, también se han 'democratizado', por decirlo de alguna forma. El problema está en que embelecos como el presente, ni siquiera se pueden acoger a la coartada contracultural, al clima libertario o al deseo de satisfacer a los amantes de las 'maggioratas' como objeto de deseo, con lo cual todo el engendro se va al garete.
Desde luego, apena ver a actores y actrices de probada profesionalidad metidos en este mejunje presuntamente cinematográfico, sobre todo por lo que respecta a la atractiva Belén Fabra, cuyo trabajo ante las cámaras no puede ser más generoso y desprejuiciado. Porque el resto -una sucesión mal ensamblada de rifirrafes sexuales- produce vergüenza ajena. Y como tampoco su responsable se atreve a filmar el asunto como si fueran las malignas rabietas de Tracy Lords, los polvos embravecidos de Debi Diamond o los aspavientos melindrosos de la exuberante Raquel Darrian, el resultado final no puede ser más descorazonador.
Cine bajo mínimos, pues, reservado a espectadores nada exigentes, en un húmedo viaje alrededor de la mujer, que merecía otro tratamiento escenográfico, así como un libreto con mayor enjundia y un director con otra sensibilidad, amén de dosis de ironía y también un toque de distinción. De estos polvos futuros lodos, cabría decir de “Diario de una ninfómana”. En fin, rara felicidad la de los tiempos que corren, en que es permitido pensar lo que se quiere, y decir lo que se piensa.