Nunca he sido muy fan de 'Pinocho'. Me parece demasiado cruel y oscura. Y es que bajo la siempre inocente apariencia de Disney se esconde en este caso un relato desquiciante lleno de personajes miserables y conceptos espeluznantes, y los dos héroes de la función, sumamente imperfectos, no equilibran la balanza, precisamente. Así que no disfruto de lo contado, pero eso no impide que vea aquí un film muy superior al anterior, con un guion mucho más cuidado y una narrativa más sofisticada y mejor estructurada. El humor está también más trabajado y resulta más efectivo, y lo mismo puede decirse de los personajes (que no me caigan demasiado bien no quita que vea su calidad para la época), y el ritmo, aunque sin ser perfecto, también se ve corregido, llegando a tener un clímax bastante emocionante y espectacular. Eso mismo, espectacular, es la animación. De nuevo, resulta increíble que lograsen hacer algo así. Las escenas subacuáticas no tienen nada que envidiar a las vistas casi 50 años después (!) en 'La Sirenita', y el diseño de personajes es bastante más agradable a la vista, "más Disney", que en su predecesora.
En definitiva, gran película, pero no de mis favoritas.