En el Diario 12, dedicado a 'La Cenicienta', admiraba su modernidad y señalaba que no distaba mucho en cuanto a estructura y desarrollo de lo que veríamos décadas después en este rompedor 'Clásico' 28. Y... bueno, creo que hablé antes de tiempo. Oh, sigo alabando lo revolucionaria que fue aquella en su día, pero es que 'La Sirenita', tras 20 años de mediocridad y desorientación con, eso sí, algún chispazo de calidad incontestable, rompe la filmografía de Disney, haciendo algo con el sabor de las de antes pero de una forma fresca y revolucionaria. Ya sabéis que adoro este 'Clásico' y que se encuentra en mi top 5, así que me resulta difícil encontrar algo nuevo que decir. Comentar el salto que supuso en todos los aspectos con respecto a sus predecesoras es absurdo porque la reinvención es total. Disney volvía a empezar desde 0, prácticamente. Olvidaos de ritmos irregulares, personajes a medio formar o una falta de potencia narrativa que ya parecía ser lo normal. Imágenes y momentos tan concretos como el precioso plano a contraluz que muestra a Ariel saliendo por primera vez del agua como humana o el instante en el que vuelve a cantar su canción sobre una roca tras haber conocido a Eric mientras las olas rompen a su espalda son solo muestras de esa potencia y grandiosidad tan añoradas y que no harían más que crecer durante los próximos años.
Pero lo que de verdad me interesa desentrañar es qué diferencia a 'La Sirenita' de los tres cuentos de princesas que la preceden. Y creo que la clave está en que por primera vez Disney enfoca el cuento como si estuviese protagonizado por personajes reales, humanos. Si os fijáis, esta cinta ya no comienza con el clásico plano de un libro abriéndose. Ya no se trata de trasladar los esquemas de los cuentos al cine. Se trata de hacer cine. Basado en un cuento, pero cine, permitiendo que los personajes y sus relaciones se expandan más allá de su rol en el cuento. No es que Ariel sea más compleja que Cenicienta (aún hay mucho camino por recorrer en la construcción y evolución de estos personajes), y sin embargo, la diferencia entre ellas es abismal. Ya con el aspecto de "chica Disney" típico que permanece hasta el presente (la clave está en los ojos), Ariel es mucho más cercana, expresiva y humana que cualquier protagonista femenina vista hasta entonces. El film, gracias a que la animación, por fin, vuelve a ser ESPECTACULAR, deja que Ariel se abra ante nosotros y así podamos sentir que cobra vida. Sin duda hemos visto personajes estupendos hasta ahora, pero esa sensación plenamente asentada hoy en día que nos dice que en la mirada de un personaje animado puede haber más humanidad que en la de muchos actores llegó con la adorable y preciosa Ariel.
Incluso el romance resulta más creíble de lo acostumbrado hasta entonces en el género. Hay más contacto, química, miraditas. Sí, sí, se enamoran y se casan en tres días, bla bla bla, decid lo que queráis, pero esta vez me lo creo. Y eso que Eric no es gran cosa, pero esa brillante forma de jugar con la voz de Ariel hace que la relación entre ambos enganche. Ya sabéis a que me refiero: ella vende su voz, la voz es precisamente con lo que Eric reconocería a la chica que lo salvó y de la que se quedó prendado, como Ariel está muda cree que no es ella pero sí lo es... todo eso. Y funciona con la precisión de un reloj. Resulta imposible no implicarse. Y es una muestra de que Disney empezaba a cuadrar mucho mejor sus guiones.
Pocos apuntes me quedan por hacer. Las canciones ya no son solo eso, si no auténticos números musicales. Y hablar de su calidad no tiene sentido a estas alturas: a todos nos encantan. Y por la misma razón no veo motivo para hablar de la genial Úrsula.
Sí me gustaría reivindicar una vez más a Sebastián, que ha acabado convirtiéndose en mi secundario cómico favorito. Y es que se comenta poco lo desternillante que puede llegar a ser el film, especialmente desde el momento en que Ariel es humana (es a partir de entonces cuando ella logra conquistarme del todo, por cierto).
En fin, al final he dicho muchas cosas. Bueno, termino ya. Joya imprescindible e importantísima que salvó a la productora y que inauguró un estilo que permitiría la creación de tres titanes consecutivos, un trío en el que se encuentra la mejor película animada jamás hecha según el redactor de este blog.
Pero hay que hacer los deberes, y antes de eso toca la secuela de 'Los Rescatadores'. Yupi.