Días 3 y 4 en la X Muestra Syfy: Grandes nombres y nostalgia

El sábado prometía ser el día gran de todos los que dura la muestra. Grandes nombres, y sobredosis de butacas de cine, de 4 a casi las 3 de la madrugada, con minúsculos descansos entre película y película, eso si, la calidad media fue tan buena, que se lleva mejor.

La tarde comenzó con una de las películas que más ganas tenía de ver del fin de semana, Wolf Children, la nueva película de Mamoru Hosoda (Summer Wars, La chica que saltaba a través del tiempo), una historia de una chica que se enamora de un hombre lobo y de como es la vida familiar con sus dos hijos. Si algo tiene el cine de Hosoda es la conexión emocional que logra que crees con los personajes de la película, y como trata de manera tan natural y en cierto modo, realista, temas tan inverosímiles como los de esta película, y eso es gracias a la construcción de personajes. Además, la banda sonora es absolutamente deliciosa, haciendo aún más grandes y emocionantes momentos tan bonitos como el día en la nieve. En conclusión, no sólo no decepcionó, sino que ha sido mi película favorita de la muestra.

Pero tuvo que llegar Coppola y estropear ese gran sabor de boca que me había dejado Wolf Children (aunque algun espectador pudo empezar con sabor a chocolate, gracias a la lluvia de Twix lanzados por Leticia Dolera). Twixt, la última película del director de El Padrino o Apocalipsis Now -casi nada…-, parecía más bien obra de un primerizo. Nos cuenta la historia de un escritor de obras de terror de tercera que viaja a un pueblo a una firma de libros, y allí se encuentra con una historia de asesinatos que decidirá usar para encontrar la inspiración perdida. Se puede decir que es un homenaje al terror clásico, pero las referencias que hace son tan primerizas y de tercera como las obras que debía crear el protagonista, y no lo digo como algo bueno, de Coppola se espera algo más de maña. Elle Fanning cumple bien en su misterioso personaje, pero por más que pienso, no se me ocurre ninguna razón por la que pensar que Val Kilmer era el candidato adecuado para el protagonista. Y no me vale que porque también esta acabado.

Y de la obra de un veterano que parece principiante, a la de un principiante que parece un veterano, o más bien, que parece una versión de su padre en este siglo. Brandon Cronenberg, ofrece en Antiviral un futuro en el que los virus de famosos se cultivan y venden a sus fans, último punto del fanatismo exagerado, del imitar a tus ídolos, y mediante una atmósfera digna de un hospital, conmueve y remueve las conciencias de los espectadores. Antiviral podría ser perfectamente el argumento de un próximo episodio de Black Mirror, y aunque quizás se me hizo algo larga, está dirigida con firmeza. Desde luego, parece que el hijo del director de películas como La Mosca o Videodrome, puede tener un futuro prometedor.

Y llegamos al plato fuerte, al más esperado de la muestra, The Cabin in the Woods, la ya película de culto que finalmente no se estrenó en cines como estaba previsto, llegaba al Cine Callao en Madrid, con un público que en su mayoría ya la había visto, ya sea en Sitges o mediante otros métodos no relacionados con el cine, pero con muchas ganas de disfrutar del homenaje definitivo y desatado al cine de terror que han creado Goddard y el idolatrado por muchos, Joss Whedon. Aplausos, sustos, risas, y una recta final en la que echan todo lo que tienen en la catarsis definitiva del terror. Ver The Cabin in the woods es una experiencia cuanto menos, divertidísima, y en cine, eso se multiplica por tres. Ah, y antes vimos Voice Over, un simpático corto en el que la voz en off tiene más importancia de la que se cree.

Y llegaron las 12, y con los ojos cansados de tantas horas mirando una pantalla, aún quedaba la que prometía ser la chorrada de la muestra. “Al menos nos echaremos alguna risa…” se escuchaba decir… pero no fue alguna risa, fue un festival de carcajadas, ojos como platos, aplausos y gritos a la pantalla. Y es que no se ve una película como Dead Sushi (Noboro Iguchi) todos los días. La historia de como una aprendiza a cocinera de sushi se enfrenta a hordas de sushi asesino, es una espiral de locura autoconsciente, humor absurdo y ridículo que sirvió como el cierre perfecto a la jornada del sábado.

Y pocas horas después, comenzaba la última jornada del festival, porque había que madrugar para ver el clásico de casi 75 años de antigüedad, El mago de Oz, en pantalla grande y rodeado de familias, hecho que hizo de la película algo especial, pues habiendo visto ya la película varias veces, se agradece ver como la ven unos primerizos, como desde su inocencia se emocionan y gritan “¡Bien!” cuando muere la bruja mala, imitan los gritos de Dorothy durante la película, o aplauden con las canciones. Estos niños son los que años después irán a las muestras del futuro.

Hablando de niños, seguro que muchos se reencontraron con su infancia con la doble sesión que organizaba Phenomena Experience, de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott), y Desafío Total (Paul Verhoeven), películas míticas donde las haya. Si bien es cierto que Alien no es de mis películas favoritas, verla en pantalla grande es algo que no todo el mundo ha podido hacer, y como experiencia se agredece, aunque creo que nunca seré tan fan de la película como el resto de espectadores. Y Desafio Total, que no, no había visto, me pareció por lo menos, bastante mejor que su remake, o al menos, con mucha más personalidad propia, más violenta y más memorable. Eso si, todos descubrimos que Schwarzenegger es aún peor actor con su propia voz y sus pronunciaciones imposibles.

Y ya sólo quedaba una película más para que un servidor diera por finalizada su primera muestra syfy y experiencia en algo similar a un festival de cine, y Cockneys Vs. Zombies (Mathias Hoene) no pudo ser mejor opción para terminar la muestra por todo lo alto. Un Zombieland con toques de Shaun of the dead, una comedia de canis y abuelos del East End inglés en medio de una invasión zombie. Muchos disparos, muchos zombies muertos, y perlas de humor bestia inglés en una, como dijo Leticia Dolera, clásica película que gusta mucho a los “frikis” de los festivales.

Y aquí acaba mi fin de semana de cuatro días de muestra, colas interminables, fotos de recuerdo gracias al fotomatón de Syfy y 14 películas vistas, la mayoría disfrutadas, quedándome con Grabbers, Wolf Children, The Cabin in the Woods, Dead Sushi y Cockneys vs. Zombies como quinteto titular, y desterrando al olvido (o a las noches de cine trash con amigos) Boneboys.