Y en cuanto se apagaron las luces, ella, con una presencia que inunda todo el escenario, una escenografía sencilla, cálida y muy cuidada, fusionando canción y teatro, apareció con su maravillosa voz, entre sábanas blancas colgadas, y con un canto al sur, su tierra, como una auténtica declaración de amor. Melodías suaves, letras llenas de pasión, amor, cantos de tierras lejanas y una fuerte reivindicación femenina. Cada canción un mundo, una historia que Pasión Vega sabe interpretar con gran maestría, elegancia y con un registro vocal que en directo impresiona y emociona a partes iguales. Con la piel de gallina, se termina todo demasiado rápido a pesar de haber pasado en realidad unas dos horas de repaso por su nuevo disco, sus canciones más queridas y versiones de grandes como Carlos Cano o Maria Dolores Pradera. Un gran concierto, íntimo como si se hubiese tratado de una amiga que te canta, y con momentos tan emotivos que enamora mucho más una vez que se ha visto y sobretodo, escuchado y disfrutado, en directo.
mil gracias a nuestro fotógrafo David R. (podéis ver su flickr aquí) o en la web de la agencia FMG Valencia