“Desconfía de la persona que lo ve todo bien, y de aquel que lo ve todo mal”
-Johann Kaspar Lavater
Llega la mitad de noviembre el 2015 está en sus últimas y solo nos esperan las fiestas decembrinas para finalizar un año muy convulsionado para el Estado de Oaxaca. Pero bueno, ¿Acaso no lo son todos ya? Es verdad que este año que cierra no fue uno tranquilo para el estado. Fue caracterizado por muchos conflictos y sucesos que impactaron sobre todo de manera negativa a la ciudadanía. En su mayoría, obedecían a tres grandes procesos en el ámbito político Oaxaqueño:
1.- En conflicto Magisterial: Sección 22 vs Gobierno Federal (y a veces Estatal)
2.- Las elecciones intermedias donde se eligieron Diputados Federales.
3.- El inicio de la carrera por la Gubernatura del Estado en las elecciones 2016.
Pero conforme finaliza este año, en cuanto a política se refiere parece que los partidos políticos y actores relevantes se han tomado un respiro. Hasta hace algunas semanas, existían enfrentamientos de carácter político muy marcados en la entidad. Ejemplos sobran. La controversia de la Construcción del Centro de Convenciones; el larguísimo proceso y fracaso de una aberración desde el congreso local que fue llamada “reforma política”; diferencias entre el Magisterio Oaxaqueño y el Gobierno Federal; Bloqueos y plantones; etc.; que por ahora parecen haberse tranquilizado.
Al final, el Centro de Convenciones no se llevará a cabo en el Fortín y ya nadie habla de eso; la supuesta Reforma Política del Congreso no se logró y no hay responsables ni culpables; el Gobierno Federal metió en cintura a la Sección 22 de la CNTE, así como a la cárcel a algunos de sus líderes sin la violenta respuesta por parte de los maestros que muchos temían; la ciudad de Oaxaca vive en relativa calma en cuanto a bloqueos, marchas y plantones; etc.
Pareciera que nuestra clase política se ha dado un respiro. Como si viviéramos en días de gracia. Donde los conflictos están al mínimo, y las armas de los adversarios en el panorama político estuvieran guardadas. La pregunta sería: ¿Por qué en la convulsa Oaxaca se vive este aire de supuesta tranquilidad últimamente? En política hay un dicho, “Piensa mal y acertarás”. Hagamos ese ejercicio para intentar explicar esta calma oaxaqueña.
La verdad es que la clase política se encuentra en una etapa de reagrupamiento, consolidación de proyectos y búsqueda de capital político para competir el próximo año. Así es como, estamos viviendo la calma que precede a la tormenta que se viene en 2016.
@pachecoperal