Días de imágenes imposibles ...

Por Francisco Enrique Perez Ruiz-Poveda @PATXIPE


Con todos esos cambios, en apenas horas, de empresas famosas, catalanas de origen, que están llevando la sede social fuera de Cataluña, que todos estén tranquilos que por ahora al menos, y aunque no tenemos la suerte de ser catalanes, la sede de A TROCHE Y MOCHE no cambia de lugar. Bastante tenemos con quedarnos  como estamos en ese derroche de piso que sobrepasa los cincuenta metros cuadrados, y que para aquella ministra que abogaba por pisos de 30 m2 para parejas jóvenes, hubiera sido toda una provocación al despilfarro.Lo de estos días, con los independentistas, saltando de alegría, pero sin que se note alrededor, sin tomar determinaciones drásticas, de esas de bisturí, tiene mucho de morbo . ¿Cuál va a ser su siguiente paso? Es que una vez de haber llegado al precipicio, se encuentran que se les ha olvidado la red. Y que “estar contra todo”, destruir, es mucho más fácil que dar trigo. Recordando, los más viejos del lugar, aquella célebre frase de los años setenta “contra Franco estábamos mejor”.
¿No hubiera sido más fácil que los empresarios hubieran mostrado su colmillo, su fuerza, su músculo, hace mucho?  ¡Ah!, Quizás se nos olvidaba desde este blog, que una de las primeras reglas, no escrita por supuesto, del capitalismo es esa de que “la empresa nos tiene que dar muchos millones, pero nosotros, los propietarios, siempre tenemos que estar llorando, para que nadie nos pida nada, y mucho menos el trabajador que siempre tiene que tener la sensación de que en cualquier momento es prescindible, especialmente si empieza a pedir aumento de salario…

Al final, lo de los independentistas va a ser como esos niños que van con sus padres a un sitio público, y que molestan con sus gritos y malos modos a todos, menos al parecer, a sus progenitores, que se hacen los suecos a la hora de poner orden. Y si alguien les dice algo a los “benditos”,  sus padres arremeten contra el quejica. Pero, eso sí, cuando ya llega a casa toda la “troupe”, les dicen que ya está bien, que dejen de molestar, que ahora ya les están poniendo la cabeza a ellos como un bombo. Por aquello de, y con perdón, la mierda compartida es menos mierda.
Este vecino del mundo está deseando, dentro de apenas unas semanas ya, ver los anuncios navideños de empresas como “Codorniú” o “Freixenet”. Podrían ser toda una proclamación de intenciones.

Con el mero fin de imaginar, y terminar al menos con una sonrisa el post de hoy, Codorníu, que siempre es mucho de mostrar paisajes aéreos entre dos luces, quizás, este año le dé por reflejar, en unas tomas imposibles, cómo las aguas del Mediterráneo llegan, por ejemplo, hasta Teruel. O a ese niño de Freixenet, este año tal vez le dé por aprender a bailar el chotis mientras, quizás como fichaje estrella, el Señor Montoro nos toca… el organillo.¡Vivir para ver!
*FOTO: DE LA RED