¿No hubiera sido más fácil que los empresarios hubieran mostrado su colmillo, su fuerza, su músculo, hace mucho? ¡Ah!, Quizás se nos olvidaba desde este blog, que una de las primeras reglas, no escrita por supuesto, del capitalismo es esa de que “la empresa nos tiene que dar muchos millones, pero nosotros, los propietarios, siempre tenemos que estar llorando, para que nadie nos pida nada, y mucho menos el trabajador que siempre tiene que tener la sensación de que en cualquier momento es prescindible, especialmente si empieza a pedir aumento de salario…”Al final, lo de los independentistas va a ser como esos niños que van con sus padres a un sitio público, y que molestan con sus gritos y malos modos a todos, menos al parecer, a sus progenitores, que se hacen los suecos a la hora de poner orden. Y si alguien les dice algo a los “benditos”, sus padres arremeten contra el quejica. Pero, eso sí, cuando ya llega a casa toda la “troupe”, les dicen que ya está bien, que dejen de molestar, que ahora ya les están poniendo la cabeza a ellos como un bombo. Por aquello de, y con perdón, la mierda compartida es menos mierda.
Este vecino del mundo está deseando, dentro de apenas unas semanas ya, ver los anuncios navideños de empresas como “Codorniú” o “Freixenet”. Podrían ser toda una proclamación de intenciones.
Con el mero fin de imaginar, y terminar al menos con una sonrisa el post de hoy, Codorníu, que siempre es mucho de mostrar paisajes aéreos entre dos luces, quizás, este año le dé por reflejar, en unas tomas imposibles, cómo las aguas del Mediterráneo llegan, por ejemplo, hasta Teruel. O a ese niño de Freixenet, este año tal vez le dé por aprender a bailar el chotis mientras, quizás como fichaje estrella, el Señor Montoro nos toca… el organillo.
¡Vivir para ver!*FOTO: DE LA RED