Días Desur, supervivencia vegana en Santander

Por Lapastanoengorda

Hola locos del brócoli como yo. Este puente he estado fuera de Madrid, y bien es sabido que en el norte de España es un poco jodido comer fuera de casa sin comer animales, todo lleva chorizo, atún o ambas. Encontrar un pincho sin carne es prácticamente imposible y las opciones vegetarianas se reducen básicamente a: tortilla. Eso es lo que hay en cuanto a tomar cañas y pinchos, por lo que posiblemente acabes muy pedo.

En cuanto a restaurantes, parece que muchos tampoco entienden muy bien el concepto vegetariano, hay lugares en los que lo más fácil es pedir un plato de patatas fritas, una ensalada sin atún y se sorprenderán de que no quieras roer un hueso. Como anécdota diré que en uno de los restaurantes que fui, ofrecía verduras a la brasa, SÓLO POR LAS NOCHES y era por la tarde. Te puedes imaginar mi mala hostia ante tal decepción. Odio los restaurantes que tienen cosas ¨sólo fines de semana¨ y ¨sólo noches¨. Me ofende, si es así, deberían tener varias cartas en función del momento para no tentar a la gente.

En fin, fui a este restaurante por casualidad, mi amigo quería probar pescado del norte y nos recomendaron este. De los platos que podía comer, uno era una crema de brócoli y zanahoria, básica pero estaba que te cagas, al parecer todos los productos del restaurante son ecológicos y de km 0, puntazo a favor.

La ensalada era bastante básica pero lo cierto es que me apetecía verde y crudo, la verdad es que me sentó genial y con esos dos platos ya había cumplido con mis necesidades básicas diarias de brócoli. Lo mejor que comí eran las verduras, muy ricas, a la plancha, por encima tenían un pesto de puta madre pero destaca la salsa romescu casera. Me flipa el romescu, he aprendido hace poco a hacerlo y algún día que me apetezca subiré la receta con varios trucos, pero básicamente es hornear tomates y ajo hasta que estén bien hechos y luego triturarlos con almendras.

Otra cosa tengo que decir, como soy diseñador, pues me gusta el diseño, y en este caso la carta me pareció muy guay. Tenía formato tipo periódico, letras gigantes para gente como yo que no ve una mierda sin gafas y unas tipografías muy bien elegidas. Enhorabuena a quien la haya hecho.

Aquí tenéis la web del restaurante por si os intriga, diré que había un plato a base de guacamole muy interesante. Si alguien conoce restaurantes por Santander vegetarianos o veganos que merezca la pena probar, que me avise. Todos los años voy al Santander Music Fest, aquí os dejo con el himno con el que cierran todos los años, menos el anterior que no sé por qué coño no lo hicieron.

Muak!