Días generosos

Publicado el 10 mayo 2020 por Elarien
La Señora ha convertido en una pequeña tradición el escribirme una entrada en este día y es un detalle maravilloso, como ella.

¨La vida se alimenta de días generosos
 De dar y proteger¨ Joan Margarit, Premio Cervantes 2020
A lo largo de la etapa de reclusión ha habido tiempo para muchas cosas, entre ellas leer poesía, algo que tenía muy abandonado, así que me dediqué a repasar algunos de mis poetas favoritos y a descubrir a algún otro. Es lo que ha ocurrido con Margarit, del que apenas conocía algún poema. Estos versos del principio me parecieron muy apropiados para lo que están siendo estos últimos meses que estamos viviendo. Y sobre todo se os puede aplicar a las personas que como tú, en el cumplimiento de su compromiso con los enfermos, que son los que llevan la peor parte -siempre sueles hacer esta precisión- lo hacéis con tanta entrega y generosidad. Claro que en tu caso no es solo en el ejercicio de la medicina sino  también con la familia.
En el hospital durante esta etapa tan dura y difícil solo has pensado en llegar a todas las necesidades que se presentaran, pues considerabas la situación tan extrema que te ofrecías a ayudar en las urgencias, en la elaboración de informes o en lo que hiciera falta, al tiempo que tratabas de resolver los problemas de tus enfermos de Rendu Osler en la medida de lo posible. Y todo eso sin la protección necesaria, sin la ropa adecuada, con mascarillas inútiles por reutilizadas,.....en fin, en una situación caótica a la vez que extrema. Que haya una manifestación de reconocimiento como la que se produce cada tarde con los aplausos, solo puede deberse a que la sociedad percibe el esfuerzo tan enorme que los componentes de la clase médica estáis llevando a cabo.  Recuerdo que durante aquellos días tan angustiosos y de tanta tensión siempre tu conversación se iba hacia la forma de resolver los problemas que se presentaban y nunca hacia los riesgos que corrías. Todos sentíamos temor por ti y por Antonio,  pero en contraste con ese miedo nuestro, tu primer mensaje mañanero era un video musical con el que hacernos más agradable el comienzo del día. Cervantes decía que "la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu" y tú quizá pensabas que a los que nos quedábamos en casa el ánimo se nos descomponía por esa reclusión obligatoria (libertad de movimientos restringidos, según el presidente) y eso exigía un plus de distracción en forma musical que debías proporcionarnos.
Ahora parece que lo peor ha pasado, pero cuando el problema empezó allá por marzo mi instinto, (buen amigo de Jaime) me decía que posiblemente se nos quedara en el tintero tu cumpleaños, como había ocurrido con el de Carmencita, solo dieciséis días después del de Inés, que sí celebramos. Entonces, al ser la situación como era y no poder en su día ofrecerle a Carmenola ningún regalo pensé en algún detalle especial con el que hacerle llegar mis felicitaciones y vino en mi ayuda una plantita, hija de la planta que le regalé el año pasado y que para el 16 de marzo echó dos flores y dejaba apuntando un buen  montón de capullitos. Era algo muy pequeño, pero tenía la virtud de ser algo exclusivo para ella.
Para ti quería algo exclusivo también, pero no tengo nada equivalente a otra plantita,  Pensé que quizá fuera posible una fiesta virtual, ahora que la virtualidad está tan de moda. Pronto descarté la idea al ser yo una total inutilidad en esas lides. Busqué entonces en mis lecturas, en las palabras, y la chiquitilla, me dio la otra  clave que ella maneja como nadie, la del "corasón". 
Sé que es muy poca cosa y solo tiene de especial el cariño puesto en su elección. Tomé de Margarit para ti, para tu cumpleaños, esta evocadora imagen
           ¿Sabes, al acabar la tarde,
           cómo será esta noche,
           noche de primavera? Vendrá gente.
           La casa encenderá todas sus luces.
Que seas muy feliz y cumplas muchos más.