Días oscuros

Por Ernesto Villodas
 Correlimos oscuro (Calidris maritima) Uno de los limícolas más singulares de cuantos nos visitan en invierno es el correlimos oscuro que a su escaso número en nuestras costas se une la peculiaridad de que siempre está asociado a zonas rocosas o similares, como pueden ser nuestros  puertos y sus bloques de hormigón.  Ayer, paseando con mi hijo Daniel, el pequeño me descubrió esta delicatessen.  Papá, papá, pásame los prismáticos que estoy viendo un bicho pequeño y muy oscuro me dijo Daniel. Efectivamente, estabamos ante un precioso y solitario correlimos oscuro.
  Correlimos oscuro (Calidris maritima) El puerto de Laredo es relativamente nuevo y sus bloques aún no tienen la "solera" suficiente para albergar en su superficie a los invertebrados suficientes y necesarios para alimentar a demasiados correlimos oscuros o a los más habituales vuelvepiedras. Con el paso de los años estoy convencido de que los veremos con más frecuencia y en mayor número.
 Lavandera blanca enlutada (Motacilla alba yerrellii) Y siguiendo con aves oscuras vistas ayer, pasamos a las lavanderas blancas enlutadas.
 Lavandera blanca enlutada (Motacilla alba yerrellii)  Se trata de la variedad británica de nuestras albas.
 Lavandera blanca enlutada (Motacilla alba yerrellii) Y sus machos no son tan blancos, visten como de luto en su dorso.
Lavandera blanca enlutada (Motacilla alba yerrellii) En la campiña de Escalante eran varios los ejemplares que me entretuvieron con sus carreras detrás de los insectos de los que se alimentan. ¡¡Buen pajareo!!