Algunas veces cuando estás en el jardín de encontrar un tema para desarrollar en el blog, hay veces que "tu yo" sale casualmente a tu encuentro de manera más bien inopinada.
Hoy, hace unos momentos, cuando estaba intentando, de manera más bien teatral, poner los ojos en blanco, en mi caso ya solo me hace falta uno, porque el otro, y como mis seguidores ya lo saben, desde hace un año aproximadamente, me viene ya de serie, he sentido una especie de flash, en el que se juntaban dos conceptos, más bien dos imágenes, y la mezcla me ha resultado sino interesante, al menos inquietante.
Por un lado, la que siempre está de moda, o bien porque hace subir el precio del pan hablando de lo que sea, tiene un amplio registro, ha podido mover conciencias e incluso sentimientos que ella, sin ningún miramiento, y es muy posible que sin darse cuenta, ha terminado de aplastar, y no es otra que Isabel Natividad Díaz Ayuso, ya de nacimiento digna de un gran culebrón, el suyo. Y por el otro, ese personaje, más que infantil, naíf, y que claramente, decir su nombre ya es en sí mismo, un estado de ánimo, e incluso un síndrome: Calimero.
Nunca se ha sabido si Isabel Díaz Ayuso nació con gente que protestaba por ella, o si en su primera guardería, al ver varios niños llorando, ella ya se puso delante de ellos para sentir el poder, por decirlo de alguna manera, de tener gente en su contra.
Y es que este vecino hace mucho tiempo que llegó a la conclusión de que a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, recibir críticas, y cuantas más mejor, le tiene que poner, y mucho. Porque además, ni intenta moverse, ni, en cierta manera, enmendar los errores, para que quede patente que la sufridora es solo ella.
Este vecino está totalmente convencido, que el final de una aventura perfecta para ella sería el de “La vida de Brian” con el mismo Brian en la cruz, rodeado de un “coro” de ladrones, mientras silban ese impagable “Always Look On The Bright Side Of Life”.
Si no fuera por lo trágico que puede ser todo, sería incluso una escena brillante para ella, aunque de “su” Madrid solo quedara el recuerdo...
*FOTO Y VIDEO: DE LA RED