Pero lo peor queda después de ver esta película imprescindible con los habituales títulos posteriores que nos sitúan en la realidad (como por otro lado lo hace con inteligencia el propio director mostrando a lo largo del metraje algunas imágenes reales de los acontecimientos):De los 300 policías que participaron en el asalto solo fueron identificados y acusados 29.
45 oficiales de policía, médicos y enfermeras fueron condenados por abuso de autoridad y brutalidad contra los detenidos. El gobierno italiano indultó a la mayoría de ellos.
Tanto el por entonces capo del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, como el primer ministro británico Tony Blair calificaron en su momento la actuación de la policía como "correcta". Este mismo año, el gobierno anunció que 86 de los detenidos en el asalto policial a la Escuela Diaz recibirían una compensación económica por los daños y perjuicios recibidos; entre ellos, el periodista inglés Mark Covell, objeto de una paliza (presentada en el juicio como "intento de asesinato") que le provocó la rotura de ocho costillas y 16 dientes, una perforación en el pulmón y una permanente lesión en la columna vertebral. Diaz: Non pulire questo sangre nos muestra el otro lado de esta Unión Europea ganadora del Premio Nobel de la Paz. Lo terrible es que muchas de las justificaciones que se dieron por parte de las autoridades en aquella carnicería se parecen mucho a las que también se han dado en nuestro país recientemente. Ya se sabe: "Leña y punto contra los violentos". Lo demás son daños colaterales.