Díaz: No limpiéis esta sangre (Díaz: Non puliré questo sangue), Italia 2012

Publicado el 20 julio 2013 por Cineinvisible @cineinvisib

Hace doce años, un día como hoy, 20 de julio, en las empinadas cuestas de la ciudad de Génova, el joven Carlo Giuliani perdió la vida por expresar su oposición a una política determinada. 23 años acabaron en un segundo por un tiro de un carabinero italiano y, por si fuera poco, atropellado por un vehículo de la policía en la manifestación antiglobalización de la cumbre G8 de 2001.Mostrar el horror imaginario es fácil. Podemos concretar todos nuestros miedos en un personaje, por ejemplo, Drácula robándonos la sangre (como en uno de los sentidos de verbo pulir). Lo difícil es representar el miedo real sin caer en la exageración ni en el exceso. Daniele Vicari lo logró con esta excepcional película que se llevó 4 premios Donatello y los favores del público en la Seminci 2012.La película, según Amnesty Internacional, recrea el atentado a los derechos democráticos más grave en un país occidental desde la segunda guerra mundial. Del 20 al 22 de julio de 2001 la cumbre del G8 se reunía en Génova. Una vez acabadas las manifestaciones, en las que falleció Carlo Giuliani, la noche del sábado 21, más de 300 policías irrumpieron en la escuela Díaz-Pascoli, lugar de reunión del conjunto de la prensa del Forum Social. Fueron detenidas 93 personas: 40 alemanes, 16 italianos, 13 españoles, 5 británicos… con un saldo de 87 heridos.

La mayoría de ellos fueron trasladados a centros de retención y a la prisión de Bolzaneto, sin ningún tipo de cargo ni explicación contra ellos, para ser torturados durante tres días, según confirman las sentencias de los 27 policías declarados culpables. ¡¡¡Ningún gobierno europeo solicitó la mínima explicación por estos hechos!!! Daniele Vicari, gracias a un elenco coral de lo mejor de la recién hornada de actores europeos, Claudio Santamaria (Terraferma), Jennifer Ulrich (Somos la noche), Elio Germano (A nostra vita) o Fabrizio Rongione (El niño de la bicicleta), consigue que sintamos hasta los golpes de las porras, el ruido de sirenas que estalla en la cabeza, los insultos, las vejaciones y cada una de las humillaciones, como si estuviésemos presentes.Una proeza de trabajo, visto por ejemplo la reconstrucción en Rumanía de la Vía Battisti en 250 metros cuadrados de plató o las dificultades para financiar y distribuir la película (ninguna de las grandes compañías italianas aceptó su distribución, meses después la película obtuvo 13 nominaciones a sus premios nacionales). Lo que cuesta hoy en día mostrar una opinión diferente a la mayoritaria.

Lo único certeza que podemos confirmar hoy en día (tras un empeoramiento de la crisis, la confirmación de la pérdida total de valores del conjunto de la clase política, un sistema generalizado de corrupción y una italianización de nuestro sistema de escándalos (negar hasta la desesperación y esperar tranquilamente la prescripción de las acusaciones ante unos tribunales pseudo-independientes) es que las respuestas policiales y la represión estatal a cualquier protesta en cualquier lugar del mundo cada vez son más violentas.El cine es político o no es cine. Hoy la película más importante del día es, Díaz: No limpiéis esta sangre, para que mañana ningún otro Carlo Giuliani, en ningún lugar del mundo, muera asesinado por decir lo que piensa.