Dibujos con pluma estilográfica - ÁRBOLES - Pen & ink drawings

Publicado el 20 enero 2013 por José Garrido Herráez
   Aunque con los marcapáginas seguimos en primavera, centrados en las flores, no he dejado de pintar árboles, en otoño y en invierno. Normalmente estos estudios de árboles los hago con pluma estilográfica y tintas diversas. Las plumas que utilizo con más frecuencia, de las que ya he hablado en otras entradas del blog son una Osmiroid con tajo coperplate, fino y flexible, y esas plumas chinas caligráficas de tajo doblado que tanto juego dan. También una Lamy Safari, muy suave y fiable.   Las tintas, varían. Frecuentemente Lamy, Montblanc o Sheaffer negra. Las marrones, Café des Îles, de Herbin, Terra di Siena, de Stipula, varias Montblanc y Delta, italiana.   Me ayudo de un pincel con agua para extender la tinta en algunas zonas o añadir detalles y fondos diluidos, casi siempre mojando el pincel del mismo tajo de la pluma, cuando ando por ahí. Casi nunca en el tintero.  De esta forma, los dibujos suelen ser de un solo color, consiguiendo las valoraciones por medio de líneas o con distintos grados de dilución en las tintas. 
 Los dos dibujos siguientes, árboles y calles de Albacete, sin salir del barrio, se hicieron con un rotulador de pincel caligráfico de Pentel, cargado con cartuchos de su misma tinta, negro intensísimo, prácticamente tinta china que no se disuelve en agua una vez seca. El resultado parece impreso, por la textura y contraste de los trazos. En  este caso, por el tipo de tinta no utilizo pincel de agua después. Son dibujos de línea, aunque el pincel del rotulador permite diferentes grosores y posiciones. Es más difícil de usar que las plumas.
  Una forma tradicional de dibujo es la que emplea tres colores: carboncillo, sanguina y blanco. Sobre un fondo a menudo coloreado, con esos tres colores se consiguen unos resultados asombrosos, especialmente en las carnaciones. Con las tintas, por ahora en papel blanco, voy intentando con mis árboles mezclar un marrón cálido y el negro. Dos plumas estilográficas y un pincel de agua. Hay que actuar rápido y medir muy bien la tinta que vamos dejando en el papel al dibujar, pues es un aspecto esencial. El momento en que se diluye parte del dibujo también es crítico. Si nos esperamos más, varía la respuesta de la tinta, que manchará menos que si se diluye recién aplicada.   También ha habido que probar con distintas marcas de tinta, pues cada una responde de una forma al agua. Especialmente, hay negros que pueden emborronar todo el trabajo previo o que, diluidos, añaden un tinte morado o rojizo indeseado. En los dos árboles siguientes se muestran los resultados de estas pruebas, al menos por dónde vamos ahora. Hay que experimentar más.    En este dibujo ocurre lo que os cuento, que el negro ha sido excesivo y se ha perdido transparencia y matices. Ejemplo que deberé evitar. Para eso se hacen estos dibujos, para aprender.   Otras pruebas, por ahora con poco éxito, han consistido en utilizar acuarela diluida, azul o verde, en lugar de agua limpia para diluir las tintas. También habría que haber dibujado menos, pues hay demasiada tinta y se emborrona y oscurece el dibujo.   Aquí se han empleado diversas tintas. Además de marrón y negro, una tinta naranja de Herbín. Huele a naranja que alimenta Tiene un color intenso y agradable que se puede diluir.   Por último un dibujo de línea, pluma estilográfica y tinta negra.
   Este dibujo se hizo para probar una nueva pluma estilográfica. Una DELTA Fusión, cuyo tajo se presenta como revolucionario, fabricado con dos láminas de metal, acero y oro. Además de por su nobleza, el oro se utiliza en las mejores estilográficas por su resistencia a la corrosión. Un tajo de acero, en principio, es propio de una pluma de peor calidad, aunque sus características técnicas muchas veces superan a las del oro, que por su extrema maleabilidad ofrece menor flexibilidad y resistencia mecánica. El plumín de esta hermosa pluma, une dos láminas de estos dos metales, superpuestas parcialmente. Por un lado se consigue un tajo verdaderamente logrado estéticamente; por otro, se nos asegura que así se unen las cualidades de los dos metales. El oro, acumula y transmite el calor producido por el roce, lo que incrementa la fluidez de la tinta y hace la escritura más fiable y placentera. 
   Ésto es lo que se quería probar. En la Papelería Sanz de Albacete, me han proporcionado con la amabilidad que les caracteriza, una de estas plumas, con tajo fino. Con ella he hecho este dibujo con la intención de hacer cuantas más líneas mejor. Lentas, rápidas, con un lado del tajo, con el posterior, intentando sacar variedad de trazos y efectos, dibujando con una presión mínima o más acentuada... La verdad es que resulta un placer escribir con una pluma tan hermosa, tan cómoda en la mano y que ofrece una respuesta así. Para escribir es excelente. Para dibujar me ha parecido una pluma estilográfica extraodinaria.