DiCaprio: @mcfunezg vs @elgranleblogski

Publicado el 22 septiembre 2013 por Elgranleblogski @elgranleblogski


Mari Carmen Fúnez:
La primera vez que vi en pantalla a Leonardo DiCaprio fue interpretando al hijastro de Robert de Niro en Vida de este chico. La película no me pareció gran cosa, con un De Niro algo pasado de rosca, pero la interpretación del joven Leo me impactó tanto que, de haber sabido que había salido anteriormente en varios capítulos de Santa Bárbara, hubiera terminado de ver la serie (¿o no ha terminado todavía?). Pero fue con su entrañable interpretación de Arnie Grape en esa joya indie llamada ¿A quién ama Gilbert Grape? cuando definitivamente supe que estábamos ante una fuerza arrolladora del séptimo arte, que podía ocupar el lugar del malogrado River Phoenix fallecido dos meses antes de su estreno. Desde entonces, la carrera de DiCaprio ha pasado de servir para forrar carpetas de adolescentes a transitar progresivamente y sin descanso por la mayoría de los géneros cinematográficos, teniendo además una de las carreras más estables y con más calidad de los últimos tiempos.
DiCaprio ha sabido rodearse además de grandes directores como James Cameron, Sam Mendes, Clint Eastwood o el mismísimo Steven Spielberg, logrando incluso convertirse en el actor fetiche en los últimos años de Martin Scorsese. Pero el hecho de ponerse a las órdenes de realizadores de renombre, no constituye por sí sola una carrera de éxito, hace falta tener un gran talento innato para seguir siendo uno de los actores más reconocidos del mundo. A pesar del handicap de poseer un rostro aniñado por el que parece que no pasan los años, la versatilidad de DiCaprio para transformarse e interpretar a cada personaje con la identidad propia de cada uno sin perder un ápice de credibilidad, ha ido creciendo con él desde papeles tan impetuosos como el de Jack Dawson en Titanic, hasta biopics de personalidades tan controvertidas como las de Howard Hughes y J. Edgar Hoover, pasando por interpretaciones tan maduras como la de Revolutionary Road y otras tan delirantes como su última aparición en el cine hasta el momento, la del terrateniente Calvin Candie en Django desencadenado de Quentin Tarantino. El eterno olvidado por la Academia de Hollywood es la última prueba de que el talento no siempre está relacionado con los premios, no olvidemos que Alfred Hitchcock nunca ganó un Oscar por su trabajo. Esperemos que su decisión de retirarse del cine por un tiempo se quede en una determinación reversible a la mayor brevedad.
El Gran Leblogski:
No tengo nada personal en contra de Leonardo DiCaprio. De hecho, no me cae especialmente mal, cosa que no puedo decir de otros “actores” como Keanu Reeves. Reconozco que he disfrutado mucho con alguno de sus papeles, sobre todo al principio de su carrera. En 'Vida de este chico', 'Diario de un rebelde' o '¿A quién ama Gilbert Grape?' nos regala grandes interpretaciones. Tanto es así que algunos admiradores de gente como Depp o John Cusack nos frotábamos las manos pensando que Leo iba a ser 'uno de los nuestros' y no otro guapito de cara destinado a martirizarnos durante muchos años.
Que Scorsese no quiera mover ahora una claqueta sin contar con Leo, puedo entenderlo... hasta cierto punto. Por mucho que baje el nivel de creatividad, cuando el director de 'Malas Calles' habla o piensa en cine, los demás callamos. Nos pueden gustar más o menos sus decisiones, pero cuestionar su criterio cinematográfico sería como dar lecciones de economía a Donald Trump.
Si a eso añadimos que otros individuos nada sospechosos de entender poco de cine como son Spielberg, Allen, Ridley Scott y Tarantino también han querido trabajar con DiCaprio es cuando llega el momento de rascarse la coronilla mientras me hago la inevitable pregunta: ¿qué me estoy perdiendo?
El problema con DiCaprio es la manía que tiene por aceptar papeles que no debería representar. Probablemente diréis que ese no es su problema, pero no estoy de acuerdo. El mismísimo Cary Grant rechazó trabajar con Billy Wilder en 'Ariane' por entender que ya estaba demasiado mayor para meterse en la piel del galán que enamora a Audrey Hepburn.
Sin embargo, a Leonardo le da igual. Todo vale. ¿Howard Hughes? ¿John Edgar Hoover? Y si nadie lo remedia, ¿Woodrow Wilson? Ya resultó extraño verle como Rimbaud en 'Vidas al límite' y cierto es que para los biopics no siempre se puede encontrar a un actor que tenga rasgos físicos idénticos o muy similares al personaje que debe interpretar (para eso está el maquillaje) pero, por favor, ¿no había otro que se pareciera MENOS a esas tres figuras históricas?
Estimado Leo, deja algo para los demás. Sé que te dolió no hacer de Lincoln pero la solución no pasa por insistir en que te den otro presidente.