Dice adiós el alma del Liverpool F.C. Michael Owen

Publicado el 20 marzo 2013 por Davidmaldini @ConDdeDeporte

Hoy los que por edad crecimos y tuvimos de primera referencia el fútbol de finales de los noventa lamentamos la retirada de otro gran jugador de aquella época. Ayer, martes 19, Michael Owen ha hecho pública su intención de colgar las botas a final de temporada. Y lo hará en las filas del Stoke City a la edad de 34 años.

Owen fue entonces lo que Gerrard ha significado para el Liverpool la última década. Con una notable diferencia. Michael recogió la herencia de un equipo oscuro que durante los noventa pasó desapercibido en la mayoría de las competiciones. Llegó también en un momento complicado del fútbol inglés que se vio frustrado en 1994 con la no clasificación para el Mundial de Estados Unidos y la derrota en semifinales de la Eurocopa de 1996. Era el más joven de una gran generación de jugadores formada entre otros por David Beckham, Paul Scholes o Robbie Fowler.

Nacido un 14 de diciembre de 1979, con apenas diecisiete años debutó con los Reds, gol incluido frente al Wimbledon. Si algo define a Michael Owen es precisamente eso, la precocidad. Por entonces ya había firmado su primer contrato profesional y con dieciocho años fue Máximo Goleador de la Premier League, repitiendo galardón al año siguiente.

A nivel internacional su carrera llevaba el mismo ritmo. Y si no que se lo digan a este espectacular gol frente a Argentina en el Mundial de 1998

Fue el inglés más joven en debutar con Inglaterra (récord superado en 2007 por Theo Walcott) con tan sólo 18 años y 59 días y el jugador más joven en anotar en un Mundial de Fútbol, en Francia frente a Rumanía en el verano de 1998. Una trayectoria espectacular para un jugador que todavía no había llegado a la veintena y ya era el líder de la exigente afición de Liverpool. Los Reds poco a poco montaron un gran equipo con gente destacada como Robbie Fowler, Steve McManaman, Jamie Redknapp o Paul Ince, y el concepto de juego se definió enseguida con balones largos que buscaban a Owen, extraordinario a la hora de arrancar en velocidad.

2001 fue el año de la culminación de aquel bloque con la presencia ya de Steven Gerrard, Litmanen, Ziege, Henchoz, Hamann y Sami Hyypia entre otros. Son los años previos al “Spanish Liverpool”. Aquella temporada los Reds ganaron todos los títulos a los que optaban excepto la Premier en donde quedaron terceros: La Worthington Cup (Que Owen no jugó), la FA Cup frente al Arsenal en donde Owen reventó a los londinenses con dos goles en cinco minutos y el momento mágico, aunque de mal recuerdo para los aficionados españoles, en la final de la UEFA, actual Europa League, con uno de los mejores partidos que se recuerdan y que yo haya visto. 5-4 derrotaron a un valiente Alavés en sus años dorados que sólo se rindió en la prórroga, con gol en propia meta y jugando con uno menos.

A finales de año, pero ya en la siguiente temporada oficial, el Liverpool conquistó la Supercopa de Europa frente al Bayern de Munich, gol decisivo de Owen incluido y la Charity Shield frente al Manchester United con nuevo gol de Michael. Cinco títulos en un año. Ningún equipo británico lo había logrado hasta entonces.

Owen terminó la temporada como el máximo goleador en el acumulado de todas las competiciones y se alzó con el trofeo individual más importante de toda su carrera: el Balón de Oro. La mayoría de los madridistas y también no madridistas recuerdan aquel Balón como el galardón que debió ganar Raúl, que terminó segundo en las votaciones. Fue controvertido pues nunca ha quedado del todo claro los criterios de France Football a la hora de otorgar el trofeo: calidad individual, trofeos obtenidos ese año etc. Sea como fuere se convirtió en el cuarto y último jugador británico hasta la fecha en obtenerlo.

El rendimiento del equipo decayó sensiblemente en las siguientes temporadas. Ello unido a la marcha de Gerard Houllier del banquillo propiciaron una posible salida de Owen hacia otro equipo. Lo que pocos podían esperar es que fuese el Real Madrid el que se hiciese con sus servicios en el verano de 2004. Fue el quinto “Galáctico” de Florentino Pérez y costó 12 millones de euros en una operación relámpago. Lo cierto es que su paso por el equipo blanco fue una mala decisión y su carrera deportiva nunca volvió a remontar el vuelo. Se mezclaron muchas cosas: lesiones, falta de adaptación, una plantilla que no necesitaba su fichaje (teniendo a Raúl y Ronaldo como titulares indiscutibles), falta de apoyo por parte de la Directiva etc. Al final sólo la afición supo premiar el desempeño de Owen que, pese a ser suplente casi todo el tiempo, terminó la temporada con buenos registros goleadores.

A un año vista para el Mundial de 2006, Michael Owen salió del Real Madrid por 28 millones de euros para recalar en el Newcastle United en donde poder disputar los minutos necesarios para ser convocado. Todo fue mal. Una lesión muscular en pretemporada, una rotura del hueso del pie mediado el año y el peor de todos los males, rotura del ligamento cruzado anterior frente a Suecia en el primer partido del Mundial. Recuerdo además aquel partido. Lo estaba viendo en directo, Owen se resbaló al enviar un pase y cayó mal con la rodilla. Cuando le vi salir del campo a gatas supe que su carrera había terminado. Era sólo un mal presentimiento pero después de haber seguido su trayectoria deportiva, el año de recuperación, un Newcastle en horas bajas que terminó por descender incluso de categoría… No hubo suerte, aunque tampoco se puede negar que el rendimiento de Michael por momentos recordó al del Liverpool afortunadamente. En 2008 quedó libre y tras negociar con varios equipos fichó por un grande como es el Manchester United. No obstante, tenía cerradas las puertas de la titularidad y sus actuaciones fueron de más a menos hasta terminar contrato en el verano de 2012.

Michael Owen cerrará finalmente su carrera deportiva en el Stoke City con 34 años, equipo de media tabla pero de la Premier League. No se podía esperar menos. Se retira un grandísimo jugador que no tuvo suerte ni con las lesiones ni con las elecciones de club pero que siempre será parte del alma del Liverpool. De hecho es una lástima que no terminara sus días como futbolista vistiendo la camiseta de los Reds. Habría sido el broche merecido a su carrera deportiva. Espero que Anfield rinda el merecido homenaje al jugador más talentoso que han tenido la suerte de ver en los últimos veinte años y que sacó adelante a un mal Liverpool que lo ganó todo en los 80 y perdió su estrella en los 90.

DAVID ABELLÁN FERNÁNDEZ