Dicen los belicistas: esta vez sí que funcionará la violencia y la guerra en Siria

Entiendo que el belicismo de Obama me haya traído a la mente la imagen del Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb...

El amor a la guerra es algo que acompaña la violencia que asola buena parte de la misma sociedad estadounidense, comenzando por el Pentágono y la Casa Blanca, tal como criticó Stanley Kubrik en una película memorable, una de las pocas que la Biblioteca del Congreso está cuidando por su conservación.

Entiendo que ahora se exhiban en internet en YouTube, con un timing milimétrico, por la Casa Blanca u otros partidarios de la intervención de guerra en Siria, diversos videos con  cuerpos, también de niños, quemados por gases en Siria. Suponiendo que eso sean. Sólo para ganar votos parlamentarios que den el OK a la guerra.

Entiendo que el NYTimes - lanzando cortinas de humo, en vez de hacer sólo periodismo- se ponga de parte de los presuntos vencedores de esta "guerra" que no es "guerra". Pero que -aseguran- sólo tendrá muertos de nacionalidad siria o asimilados.

Entiendo que no mencionen ni de lejos si habrá -como es de suponer- niños difuntos, con heridas más o menos atroces. Si son muchos, se dirá masivamente que en realidad son pocos, y se sugerirá que la culpa es de ellos por estar allí, o que han sido utilizados como escudos humanos. O lo que sea. Pero el caso es que en esta peculiar guerra no morirá gente estadounidense que calce botas militares.

Entiendo que podría aquí alargarme comentando tantas cosas que he escuchado ayer y hoy, aquí en Roma, a Papa Prancisco sobre las guerras, y a propósito de esta en concreto. Sobre la fundamental falta de paz en nuestros corazones, o sobre Caín matando a Abel, o sobre el tráfico legal e ilegal de armas que promueve y acompaña las guerras, o sobre la imposibilidad de la guerra armada para lograr la paz.

Entiendo por último, y sobre todo temo, que -a pesar de la fuerte oposición social a esta guerra- todo esto no haga mella en los belicistas, los guerrafondai (los warmongers) estadounidenses.

La razón la encuentro explícita en las palabras de un estadounidense de a pie, que responde a esta pregunta Bombing Again? But It’ll Work This Time!:

"No es necesario hacer referencias específicas. Cuando usted ha sido ciudadano estadounidense tanto tiempo como el que suscribe, ya lo has oído todo antes de ahora: es cuestión de seguridad nacional; hay que parar a este o aquel loco; hay que acabar con las drogas o con el terror, o con el comunismo; es cuestión de honor. Lo que sea.

El punto es siempre el mismo: ahora, en esta situación, la violencia ayudará realmente a solucionar el problema. A diferencia de las otras veces! Y los Estados Unidos, como una esposa abusiva, jurará que esta vez no es como sucedió antes.

Pero esta vez es como las anteriores (...)".

El caso es que todos sabemos que esta vez tampoco funcionará la violencia y la guerra en Siria.