Que no nos vengan con cambios de siglas. No cuela. Tienen que pagar. Esperar a que actores y víctimas de la dictadura mueran y habernos entretenido con una supuesta Transición y pagando a sus colaboradores, no les puede salir gratis. Hemos hablado en muchas ocasiones de que la Transición en la Justicia no se había producido. Es el momento. Se tienen que aplicar las leyes igual para todos, pero de verdad. Los jueces deben perder el miedo a políticos y mafias de una vez por todas.
Los medios tampoco han hecho la Transición a la democracia. El periodismo ha fracasado. Los medios están en manos de la oligarquía y doblegan a los profesionales del periodismoque, aplicando el principio del pragmatismo, se han adaptado a esa “realidad” y han vendido su alma al diablo. Tienen que plantar cara con su profesionalidad a políticos y poderosos del capital.
Y de los partidos políticos no hace falta decir mucho. Nos han abocado a “la alternancia” (hoy por ti y mañana por mí) y nos han llevado a un bipartidismo político; nos han situado en una partitocracia, no en la democracia. Nos enseñan el caramelo de la “libertad”, de la “democracia” y nos llenan de esperanza en una sociedad mejor que nunca llega y lo es sólo para ellos.Son una generación corrupta, no sirven. No son demócratas. Su financiación debe ser independiente de los capitalistas.
Y para el capital también hay; pero no directamente. El capital es como es. Ahí poco se puede hacer; pero ciudadanos e instituciones sí pueden ponerlo en su sitio.
Me retiro. No juego. No me fío. Estoy harto de participar “por principio democrático”. Si me doy cuenta de que esto no es una democracia, ya no tengo ninguna exigencia personal para propiciarla. Salgo y voy a la mía. No confío en que la política cambie y mejore a las personas, como yo deseo. Está pasando todo lo contrario. Pues entonces, me voy. No juego.
Estamos en un mundo profundamente injusto. Hemos estado durmiendo. Hemos tenido demasiada buena fe. Nos han tomado el pelo; pero la gente está ya despertando. No quiero asistir a la lucha fratricida que se va a producir. No quiero ser testigo de ello. No se trata de la clásica lucha que nos han vendido hasta ahora, es la guerra entra la clase dominante y el pueblo. Me voy a dedicar a crecer yo mismo, los demás que hagan lo que quieran. Ya no puedo aguantar más. No es cuestión de parches. No hay remedio, lo harán a su conveniencia y saldrán perdiendo los de siempre: Los ciudadanos. Un día u otro debe terminar esto; no puede durar para siempre. Esto es una farsa y los ciudadanos somos los comparsas.
Caña a la generación de políticos corruptos y sus colaboradores que nos ha llevado hasta aquí.
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