"Más tarde Sansprénom recordaría los hechos que acontecieron antes del hallazgo como se recuerdan fragmentos de cristal tras saber que el vaso se rompería, como si lo que cronológicamente tuviera su espacio después, aconteciese al mismo tiempo antes, reflejando el futuro en pequeños pedazos."
Esta vez fue fácil, me gusta la portada. La chica sin rostro, desprotegida pero con poco de indefensa, las palomas... no, las palomas en realidad no me gustan nada, pero quedaban bonitas. Y una frase: "En cada hombre vive una bestia potencial y una víctima". Poco queda que añadir salvo: Hoy traigo a mi estantería virtual, Dicen que estás muerta.
Martes, una pareja sale a cenar y ve en el restaurante a una chica que se parece a la ex de él. Al día siguiente la chica aparece asesinada y, como sucede con los asesinatos, para una víctima hay muchos posibles sospechosos a los que iremos conociendo para componer el puzzle de la mujer muerta.
Supongo que a golpe de primer vistazo puede parecer un thriller, y lo es del modo formal aunque pronto descubrimos la dificultad de ponerle una etiqueta a este libro. Cuando lo abrimos leemos que cada capítulo se compone de una calle de Madrid salvo apenas un puñado de excepciones, y al avanzar en sus páginas descubrimos que también es una pieza del engranaje de una novela coral que parece mirar atrás en lugar de hacia delante. Esta vez el protagonista es la víctima mucho más que descubrir al Asesino, y por eso vamos componiendo poco a poco su historia a través de todos los que pueden verse afectados por su muerte. Porque hay un entorno afectado cuando alguien falta y es ese entorno el que nos da pistas sobre la joven fallecida. Aquí los personajes bajo la excusa de buscar al Asesino lo que hacen es ir descubriendo a la víctima y nosotros nos vemos presos de las relaciones en un mundo exactamente igual al nuestro, cotidiano, donde conocemos a alguien que es padre, o hijo, o amigo, hermano, cuñado... hasta ir formando una densa red en la que muchas veces no reparamos.
Ya he tenido más veces en la mano libros que utilizan a unos personajes para mostrarnos a otros como sucede en este. Pero María busca llegar un poco más allá al meter a la muerte en escena, nos enseña la onda expansiva que provoca este hecho, y también que no sólo le puede tocar a cualquiera, sino que también cualquiera puede provocarla. Hoy no corremos en pos del asesino ni nos importa demasiado su identidad. Tal vez por eso a muchos les sorprenda el libro, o precisamente sea esa diferencia la que les haga sentirse mas atraídos por él. Lo que nos encontramos todos es con una lectura relajada, de esas que nos llevan unos cuantos días, con un lenguaje sencillo pero cuidado hasta el extremo, en una historia de la que ahora que me fijo no os he dado el nombre de ninguno de sus personajes. Tal vez sea porque al final, queda la sensación de poder suceder a cualquiera. En todo caso, os dejo un nombre que me llamó la atención, Sansprénom, y los que lo acompañan, Paula, Didier, Luján, Pedro... y una historia diferente. A mi me gusta descubrir historias diferentes independientemente del éxito que tenga en mis expediciones, supongo que forma parte de mi "lado cotilla" de la literatura. Esta vez tuve suerte con el resultado.
Y vosotros, ¿sois de los que os gusta ir probando o cuando llegáis a una librería preferís moveros en límites seguros?
Gracias
PD. Os dejo el booktrailer. Decidme si no os contagia las ganas de girar la cabeza de la joven de la portada para verle la cara.