Ya estamos en diciembre, el mes del frío, las luces, el vaho de colores, las galletas caseras y todas esas preguntas que quedaron sin responder. Porque ya estamos en la recta final de un nuevo comienzo, pero aún así, toca darle vueltas, hacer balance y prometer lo que no seremos capaces de cumplir. Esta vez os traigo de todo un poco: música, películas y planes navideños, y otras opciones que poco tienen que ver con estas fechas pero que, con frío, entran mejor. Let’s go!
No te muevas del sofá
Hay varias películas que son típicas en Navidades. Las echan siempre por la tele, y no nos cansamos de verlas (por lo menos yo) , como Solo en Casa, Love Actually o ¡Vaya Santa Claus!. A mí me recuerdan muchísimo a mi infancia, y solo por eso ya tienen un valor extra. Además, todo sea dicho, no suelo verlas en ningún otro momento del año. Yo, por descontado, tengo mi favorita para estas fechas:
Yo te recomiendo “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” Risas aseguradas.
Y ya como colofón, la guinda emotiva del pastel tengo que cedérsela al nuevo anuncio de la Lotería de Navidad, porque es una obra maestra. Seguro que ya lo has visto, pero por si acaso:
Regálate un libro
Me he leído varios últimamente, pero sin duda el que más me ha gustado ha sido “Sputnik, mi amor” de Haruki Murakami. Antes de que te abalances sobre el libro, he de advertirte de que su estilo, generalmente, se caracteriza por ensalzar el realismo mágico japonés. Y es lo que más me gusta de él.
“¿Por qué tenemos que quedarnos todos tan solos? Pensé. ¿Qué necesidad hay? Hay tantísimas personas en este mundo que esperan, todas y cada una de ellas, algo de los demás, y que, no obstante, se aíslan tanto las unas de las otras. ¿Para qué? ¿Se nutre acaso el planeta de la soledad de los seres humanos para seguir rotando?”
Melodías a ritmo de bufandas
Puede que te encuentres en un lugar cálido y nada de lo que yo pueda decir te hará sentir el más mínimo escalofrío. Pero yo lo seguiré intentando. Veamos, Navidad. Música navideña. En mi casa solo ponemos canciones navideñas cuando montamos el árbol, y el recopilatorio es tan antiguo que entre las canciones que suenan está el “Last christmas – Wham!” o el “Santa Claus is coming to town – Frank Sinatra” ¿Mi favorita?
El artista que quiero recomendar este mes es Ed Sheeran. Daba por sentado que todo el mundo sabía quién era, y me he llevado unas cuántas sorpresas estos días al (intentar) presumir de haber ido a su concierto. Tiene grandes canciones, como “Sing”, “Give me love” “I see fire” o “Lego House”, pero yo me quedo con ésta (la primera que sonó por la radio)
“It’s too cold outside for angels to fly”
Planes navideños
Madrid en Navidad es aún más bonita, llena de luces y gente que corre de aquí para allá, gastando lo poco que tienen en cosas que no necesitan. Pero así es Navidad.
Puede que la única ventaja de salir de trabajar cuando ya es de noche, es poder contemplar todas las luces del centro de la capital.
Una tradición navideña familiar que llevamos a raja tabla es hacer galletas caseras de todo tipo, tamaño y sabor. Que sí, que está muy bien tener la casa oliendo a dulce una semana, pero para las que queremos conservar mínimamente la figura durante esas dos semanas, no hace gracia. Sobretodo porque las cantidades que “fabricamos” duran tres meses.
En mi caso, además de las galletas, no faltará el turrón, los polvorones, mazapanes y el Roscón de Reyes. Aunque eso ya para enero.
Despídete sin mirar atrás
El fin de año es siempre el día que más propósitos queremos organizar en nuestra mente. Está la presión de un nuevo comienzo, entrar con buen pie al año nuevo, no atragantarte con las uvas porque dan mal agüero, y si es posible, que caiga un beso (o dos) bajo el muérdago tras las campanadas. Pero no te dicen que, probablemente, tu precioso vestido acabará de alcohol hasta arriba, que si te toca conducir, la diversión se reduce a ver cómo todos tus amigos se emborrachan, y que la fiesta en sí no era tan mágica como imaginabas. Pero, ¿sabes por qué merece la pena pasar por todo eso? CHURROS CON CHOCOLATE.
No me digas que no vas a desayunar la tipiquísima taza de chocolate (en vaso de plástico cutre) con unos cuántos churros o una porra. Yo lo tengo claro: es mi premio por aguantar todas las decepciones del pasado año. Y no hay mejor manera de romper el hielo de un nuevo año desconocido que con un poco de calor dulce con la mejor compañía.
Espero que tengas un diciembre insuperable. Y como siempre, pásate y deja tus impresiones (si quieres, no hay presión). Puede que sea el final, pero para mí es el principio.