Más allá de las críticas facilonas y evidentes, Dickinson es una serie divertida y fresca, que refleja desde una mirada actualizada las cuitas de una de las poetas más importantes que ha dado la literatura estadounidense.
Al final, se trata reflejar los fantasmas de Emily, de sus deseos de escribir y ser reconocida, de las problemáticas que hay en sus relaciones sentimentales, especialmente con su amante Sue y con su padre, pero también con, Benjamin, su madre y sus hermanos.
Yo estoy esperando con ganas la segunda temporada.