Dictadores: Augusto Pinochet

Por Joaquintoledo

El contexto en el que se encontraba  Chile era muy controversial desde la vista de un conservador como Pinochet  y más aún si es militar. En el poder estaba Salvador Allende, presidente que trataba de llevar a Chile por una senda socialista generando muchas protestas en el país. Sin embargo, algunos dicen que la visita de Fidel Castro a Chile fue lo que finalmente hizo que la CIA apoye un movimiento para golpear al gobierno socialista, si bien Carlos Prats fue el primero en el mando. Finalmente,  el 23 de agosto de 1973, se acuerda que Pinochet sería nombrado comandante en jefe en el Palacio de la Moneda, en el caso de que se llegue a realizar el golpe de estado. Para esto la CIA ya había expresado su apoyo.

Se acuerda que el golpe debía ser el 19 de septiembre de ese mismo año, fecha en la cual el Ejército se halla concentrado en Santiago a causa de las celebraciones de la institución. Finalmente,  se adelantó el golpe para el 11 de septiembre. Pinochet no se mostraba muy gustoso con llevar a cabo el derrocamiento de Allende a pesar de que no simpatizaba con su gobierno, sin embargo,  a último momento terminó plegándose al movimiento. Finalmente,  se produce el asalto y bombardeo a La Moneda y al parecer Salvador Allende fallece a causa del mismo, aunque otra posible hipótesis es el suicidio.

Dictadura de Pinochet

Así se dio comienzo al régimen militar chileno entre 1973 hasta 1990. Asumió como jefe máximo, desde luego, Augusto Pinochet. Desde un inicio no ocultó sus pretensiones de reformar el país, disolviendo el Congreso, los derechos civiles, restringiendo los medios de comunicación y proscribiendo los partidos políticos. De todas maneras no sólo comunistas o socialistas fueron perseguidos y el país se convirtió en un estado policiaco. Gracias a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Pinochet no pasó por alto a nada ni a nadie, dando origen al terrorismo de Estado, ejecutando miles de disidentes políticos y civiles inocentes que protestaban o eran sospechosos.

Durante quinquenios los chilenos no conocieron lo que es la paz y tranquilidad. Se asesinaron personas por montones, se debió respetar el toque de queda al pie de la letra, se crearon cárceles al “aire libre” como los estadios y el país se hundió en un estricto control. A cambio,  Pinochet trajo el liberalismo económico que si bien en un inicio debido a la radical transición generó inflación, desempleo y pobreza, a los pocos años las cosas comenzaron a andar. Sin embargo la distribución de la riqueza, el eterno problema de los países latinoamericanos se vio también en Chile. Las clases más pudientes se hicieron más ricas y las más pobres, alcanzaron niveles miserables, por lo cual se efectuaron actos de sabotaje a centrales eléctricas, cacerolazos, robos de camiones con comida, entre otras protestas. Las mejoras se vieron afectadas por la crisis económica de principios de los ochenta, hasta que tres años después, en 1985 Chile vuelve a tomar rumbo.

Más que todo se debió a las medidas económicas que tomó Pinochet como la privatización de más empresas, la intervención a bancos, el control de las tasa de interés, la reducción del gasto público, etc. A fines de los ochenta la situación había mejorado bastante, aunque las clases bajas seguían siendo las últimas en ser recordadas, la burguesía que se había generado en Chile era considerablemente la más estable de la región, así como la más visionaria. Durante aquellos años de los ochenta Pinochet acercó a Chile al extranjero, manteniendo buenas relaciones con Estados Unidos y Europa a pesar de su régimen dictatorial y genocida. Quizá esto se debió a la eliminación del comunismo, el apoyo dado a Gran Bretaña en la Guerra de Malvinas  y los roces con la Junta militar bonaerense.

Así llegamos hasta el año de 1988 cuando se realiza un plebiscito nacional el cual debía determinar si aprobaba o rechazaba al candidato de los comandantes de las fuerzas armadas. Como era de esperarse, Pinochet era el elegido, dándosele la posibilidad de ascender al poder hasta diciembre de 1997, si en teoría ganaba. Sin embargo, toda una coalición de partidos se unió e intentó aprovechar los mínimos espacios en la televisión o revistas para pronunciarse acerca de la corrupción y el abuso del régimen. Así se llevó a cabo un exhaustivo control de cada uno de los votos que definirían el destino del país. Finalmente,  los resultados arrojaron que el 55% de los votos aprox. dijo “no”. Se rumoreó que Pinochet intentó un golpe de estado, pero esta idea finalmente fue desbaratada. Las primeras elecciones democráticas se llevaron a cabo en diciembre de 1989 siendo elegido Patricio Aylwin. Pinochet entregó el poder en marzo de 1990 y permaneció como jefe del Ejército hasta marzo de 1998.

Muerte de Pinochet

Aylwin decidió abrir una comisión que investigue lo sucedido durante el gobierno militar y encontró centenares de muertos y desaparecidos. En esos años,  Pinochet se debatió entre renunciar o seguir en el cargo militar debido a las acusaciones que se hacían en su contra. Cuando finalmente hizo un traspaso de poder en 1998 se le nombró senador vitalicio, según la Constitución de su país. Esto alborotó a clase política y muchos de los anti-pinochetistas se colocaron máscaras de calaveras y cosas por el estilo con el fin de reflejar el desprecio que sentían hacia el antiguo líder del país en pleno Congreso durante el anuncio. Pese a todo, no llegó ningún tipo de juicio.

En los últimos años de su vida, Pinochet viajó a Londres con el fin de operarse. Sin embargo,  ni bien salió al extranjero, Madrid le exigió que responda por las muertes de algunos ciudadanos españoles durante la dictadura. Inglaterra aceptó la orden del gobierno ibérico emitida por un juez exigiendo la detención de Pinochet y se dice que la misma llegó hasta la cama de la clínica donde descansaba el ex dictador. De inmediato,  parecía que la vieja figura de aquel ser despótico hubiese revivido como antaño.

Y es que se había tocado  la llaga del recuerdo, ya que si un país que nada tenía que ver con Chile exigía que se haga un juicio a Pinochet por algunas vidas de sus ciudadanos, ¿por qué no también los mayores perjudicados y víctimas? Así entonces comenzó el período de arresto domiciliario de Pinochet en la que  Chile exigía que se le traiga de vuelta para ser juzgado, e Inglaterra sujeta a leyes internacionales veía cual era la mejor decisión. El ex dictador, mientras,  esperaba la decisión final  en una casa, tratando de sobrellevar sus enfermedades como la diabetes. Finalmente,  debido a su mala salud, y porque su muerte en Inglaterra podría ser mal vista en vísperas de las elecciones de ese país, un juez manda a examinar a Pinochet encontrándolo en un estado de salud precario y por cuestiones humanitarias es liberado. Ese mismo día, 3 de marzo del 2000, es devuelto a Chile.

Pero de regreso Pinochet debió enfrentar los juicios en su propia tierra, en especial por la denominada “Caravana de la muerte”, la cual repartió crímenes en el norte del país. Pero nuevamente debido a su salud, se libró de los juicios y sólo se le dejó sin fuero. Se intentó llevarlo nuevamente ante un juez pero fue casi inútil. Pinochet se retiró a pasar los últimos años de su vida lejos de la vida pública y lo consiguió, aunque no exento de nuevas acusaciones como la de su fortuna, la cual aparentemente provenía del lavado de dinero y otras tantas “movidas” poco honestas durante su gobierno.

A pesar de que se intentó llevarlo a juicio, nuevamente su edad lo salvó. El 3 de diciembre del 2006 es internado por sufrir un infarto y a pesar de una eventual recuperación, falleció el 10 de diciembre de ese mismo año. Hasta el día de hoy su figura no deja de generar controversias dividiendo a los chilenos y habiendo llevado a procesos inclusive a sus mismos descendientes, siempre por el tema de la riqueza de su familia, en ocasiones relacionadas a la mafia, narcotráfico y lavado de dinero. Hasta el día de hoy no ha habido pruebas contundentes acerca de ello o al menos no han salido a la luz.