La mujer lo tiene dormido o medio muerto, lo cierto es que él no reacciona. Ella está vestida de verde, el color preferido de él. Ella es joven y hermosa. Se monta sobre mis piernas, las de él, que son mías (porque las piernas son de quien las trabaja). Ella acaricia mis piernas, las goza, las odia, las tortura. Ella es la que busca.
Hay otra mujer, una vecina, que viste de rojo, mi color preferido. Es la que encontró. Entre las mujeres se forma una relación rara mientras a mí me dan ganas de gritar que esas piernas son mías y que no tiene ningún derecho a vestirse de verde. Pero algo sucede: fragmentos e una canción de Alanis Morissette se reflejan en la pared. Es una canción que conozco bien, que habla de sueños perdidos y que sabe a borrachera y lágrimas.
La obra termina, las piernas me dan un beso en la boca y ella desaparece en el aire mientras una actriz recupera su cuerpo. Siento que la obra tuvo demasiadas referencias personales como para reseñarla y vuelvo a la semana siguiente. Esta vez mi novio está entre el público. Las piernas son otras. La sensación de que las piernas no le pertenecen es la misma.
Muy recomendable.
Reseña: Soledad Castro Virasoro
Dramaturgia y dirección: Natalia Gatabria
Elenco: Valeria Castro, Laura Ledesma y Guillermo Guassardo
Teatro: Sala L. Marechal, IUNA, French 3614 Funciones: 4, 5, 11 y 12 de diciembre 2009
Localidades: $25