En él, se hace una semblanza de Diego Gracián y su familia, tan querida por Teresa de Jesús, y de la cual la descalcez recibió un buen puñado de miembros. El matrimonio tuvo 20 hijos, de los que solo 13 llegaron a edad adulta. Además de Jerónimo Gracián, varios hermanos abrazaron también el estilo de vida inaugurado por Teresa de Jesús:
- Pedro Gracián: fue novicio en Pastrana, pero no llegó a profesar por falta de salud.
- Lorenzo de la Madre de Dios
- Isabel de Jesús
- María de San José
- Juliana de la Madre de Dios
Sería también carmelita descalza una sobrina de Gracián, hija de su hermano Tomás Gracián.
El artículo que presentamos termina con un interesante escrito de Diego Gracián, dirigido al Inquisidor Fernando de Valdés, titulado Speravi (Esperé). En él, pasa revista a todas aquellas personas que, por haberlas servido, le prometieron alguna recompensa, que él esperó en balde. A Diego Gracián, secretario y traductor de Carlos V, Felipe II y otros personajes de la corte, no le llegaba el sueldo para mantener a su extensa familia. Y no porque no trabajara, sino porque las promesas de aquellos para los que trabajó raramente se vieron cumplidas. Sus palabras, cargadas de ironía y desengaño, nos abren los ojos al mundo cortesano en el que se movió. Un mundo en el que el interés y la falsedad se daban la mano.
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