Dies irae

Publicado el 07 marzo 2015 por Aleon @Aleonpizarro
de César Pérez Gellida.

Título: Dies IraeAutor: César Pérez GellidaEditorial: Suma de Letras-Ebook, 2013Páginas: 552.
Resumen Oficial.
La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Au­gusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humilla­ción de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el ins­pector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecu­ción de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad. Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicó­logo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiem­po, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace.Tras el rotundo éxito de Memento mori, primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, César Pé­rez Gellida nos conduce de nuevo por los complejos labe­rintos que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, ge­nocidas o quienes les persiguen. El inesperado desarrollo de los acontecimientos obligará al lector a pasar páginas en una ineludible búsqueda de respuestas.Haciendo gala de un particular estilo cinematográfico aclamado por la crítica literaria, el autor nos envuelve en una trama adictiva, tejida a partir de un argumento sólido y pespunteado de poemas y canciones que componen una singular banda sonora del crimen.Impresión personal.Hace tiempo que tenía pendiente esta reseña porque realmente este libro lo leí bastante seguido del primero de la Trilogía, Memento Mori, pero se me echó encima la navidad y los exámenes de enero y febrero y he tenido que ir retrasando esta reseña, y aún tengo alguna más por ahí rezagada. Para los que no lo sepan aún, Dies Irae es la segunda entrega de la Trilogía Versos, Canciones y trocitos de carne, siendo la primera Memento Mori y la tercera Consumatum est.
Puede que alguien pueda comparar estos dos libros de la Trilogía, pero lo cierto es que yo no puedo decir que uno me haya gustado más que otro. Los dos se parecen en aquellos elementos que ya me gustaron en un principio: los personajes, la ambientación, los elementos que lo acompañan como la música, la trama ... Y es que esta segunda entrega de la Trilogía vuelve a engancharte sin remedio aunque en esta ocasión hace más hincapié en unos personajes que en otros. Por seguir con los personajes, si en Memento Mori los principales eran Augusto Ledesma, el asesino en serie y Ramiro Sancho, el constante policía que le sigue a la zaga, en esta nueva entrega, destaca mucho más la historia del psicólogo criminalista y espía Armando Lopategui, Carapocha y su hija Erika cuya acción se sitúa en un principio en la ciudad de Belgrado. En esta entrega el autor nos cuenta la historia como agente de inteligencia soviético de Carapocha y de su mujer y su papel en el eterno problema de los Balcanes. En este ámbito, César ha hecho un enorme trabajo de documentación sobre todo lo acontecido en esta zona del mundo pero tengo que reconocer que a mi personalmente esta parte de la novela se me ha hecho muy compleja y, en ocasiones, muy árida, lenta y tediosa. Entre otras cosas, me encantaría decir que he comprendido lo que pasa en los Balcanes pero creo que ni cien veces que lea lo que ocurre o ha ocurrido en esta zona en diversos momentos de la historia me hace entenderla. No sé si es por la zona, los nombres de los lugares o de los protagonistas históricos o los permanentes cambios de fronteras en esa zona, yo sigo sin saber que ocurre realmente ahí, porqué ocurre y en que situación se haya, amen de que cada vez me resulta más complejo colocar los territorios en el mapa. Por eso quizá cuando Carapocha relata esta parte de la historia me he sentido un poco al margen de la misma. Es como si ya me hubiera rendido ante ella y seguramente no sea responsabilidad de la novela. Supongo que a otros lectores esta parte les haya gustado y aclarado más de alguna laguna histórica.
La otra parte de la trama se desarrolla en la ciudad de Trieste, una ciudad muy en sintonía con la mente de Augusto Ledesma ya que es la ciudad donde también vivió James Joyce, el autor de Ulises. En esta ciudad acaban convergiendo Augusto, Ramiro Sancho y Carapocha y como nos podemos imaginar los acontecimientos que suceden en este ambiente son vertiginosos y con unos giros tan inesperados que es difícil abandonar la lectura hasta conocer el desenlace de cada situación. En un Trieste perfectamente definido a cada a paso nos encontramos con una Augusto cada vez más sádico, pero también más original en cuanto a su manera de actuar amen de su excelente cultura, su fuerte imaginación y su gusto por la música; un Ramiro Sancho, que de tan obsesionado que está con el asesino, ha pedido una excedencia en el trabajo para poder dedicarse a tiempo completo a perseguir al asesino, vaya donde vaya; y a un Carapocha, que pasa a un primer plano y que nos desvela su lado más humano en relación con su familia (su mujer y su hija) pero también su otra vida como espía soviético y su papel en todo el entramado histórico de los Balcanes y además también en la conformación de un asesino como el que están persiguiendo.
Durante toda la novela, que se va complicando a medida que avanza, he tenido miedo de que el desenlace me dejara fría y no me gustara. César complica tanto la trama con tantos hilos y tantas puntas sueltas que todo el rato he estado temiendo que el cierre fuera superendeble porque no podía imaginar como iba a "coser" tantos hilos sueltos y de tan diferente índole. Pero, sinceramente, tengo que decir que el cierre es magistral. Un pedazo de giro que jamás se me hubiera pasado por la cabeza: bien armado, con una lógica aplastante, que encaja perfectamente con la personalidad de cada uno de los personajes. Me ha quedado K.O. y rendida totalmente a sus pies. 
Después de leer la novela, y con independencia de lo que haya tardado en hacer esta reseña, tengo que reconocer que necesitaba un respiro y madurar lo que había leído. En este caso, Dies Irae es mucho más sorprendente que Memento Mori y yo al menos he necesitado un tiempo para digerirla y analizarla con cierta distancia.¿Recomendable? Creo que es poco. Diría que imprescindible, al menos, si eres amante de la novela negra, policíaca o cualquiera de sus derivados.