Quien compare la obesa imagen que tenía hace cuarenta días Jaume Sastre, profesor de catalán en Palma de Mallorca, con la envidiable figura que exhibe ahora, admirará su dieta de adelgazamiento.
En sólo ese tiempo perdió veinte kilos, uno cada dos días, sin aparente daño para su salud, aunque podría haber muerto de haber seguido más semanas.
Por precaución acaba de abandonar el régimen, la huelga de hambre que le permitió recuperar una imagen juvenil.
Aunque estas dietas drásticas dejan de tener efecto a largo plazo, como ocurrió con la del etarra Iñaki de Juana Chaos –25 asesinatos--, que entre a finales de 2006 y principios de 2007 mantuvo otra huelga similar que lo dejó como si saliera de un campo de concentración.
Ya en libertad vigilada huyó, y ahora aparece en unas fotos tomadas en Venezuela tan orondo que debería iniciar otra cura radical.
Furibundo defensor de los Països Cataláns independientes de España (quiera la absorción de Baleares y Valencia por la Generalidad catalana), Jaume Sastre abanderó la masa de profesores de catalán que rechazaron en su Comunidad el nuevo programa de enseñanza por tercios de asignaturas: uno en idioma regional, otro en castellano, y otro en inglés.
Antes del actual gobierno autonómico del PP, quien gobernó fue una coalición del PSOE, izquierdaunidistas y nacionalistas catalanistas que imponían la inmersión en catalán: también en Baleares el PSOE abandonó su responsabilidad como partido español.
Tras fracasar la coalición electoralmente, el vencedor mayoritario, el PP, legisló los tercios, y los profesores catalanistas ordenaron numerosas huelgas, agrandadas con la que Sastre aprovechó como dieta de adelgazamiento.
Poco le valió para su lucha pro-secesionista, pero sí mucho para provocar envidia y ganas de copiar ese régimen de resultados tan espectaculares entre los rellenitos.
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SALAS