1-EL DESAYUNO PERFECTO: Saltarse el desayuno no nos ayuda a adelgazar sino todo lo contrario ya que el cuerpo entra en estado de alarma por la falta de alimento y empieza a acumular reservas en forma de grasas, así que lo mejor es desayunar, eso sí, hacerlo bien.Para sentirnos más ligeras, nada más despertar, beberemos un vaso de agua tibia con jugo de limón para activar los riñones y el hígado, órganos depurativos por excelencia. Por la mañana la capacidad de asimilar y quemar los hidratos de carbono es mayor así que empezaremos con unos cereales integrales con leche desnatada o soja, o dos tostadas de pan de centeno con jamón o pavo. Sustituiremos el café por te verde o te rojo, ambos antioxidantes y diuréticos a partes iguales, y si nos sentimos pesadas, comeremos un kiwi o una naranja, dos buenos reguladores intestinales.
4-CUANDO EL GUSANILLO ATACA: Si entre horas tenemos hambre podemos comer lo siguiente:-A media mañana: Una infusión de hibisco y escaramujo, una tisana de potente acción diurética y energizante, y una pieza de fruta. Si un día tenemos ansias de dulce, podemos espolvorear sobre fruta troceada una onza de chocolate negro rallado.-A media tarde: Beberemos un poleo menta, poderoso estimulante hepático, y comeremos un yogur desnatado con dos nueces troceadas.
Y esto es todo. ¿Que os parece esta dieta? No es nada desagradable ¿verdad? Yo la he probado y funciona así que si queréis perder unos kilitos, os la recomiendo al 100%.